Falta de respeto

A lo largo de la amplia y vasta historia del baloncesto, podemos encontrar multitud de traspasos, despidos y no renovaciones de contrato de jugadores absolutamente injustos, y faltos de respeto, por parte de sus respectivos equipos. Sin ir demasiado lejos, me remito a casos que me tocan, o me han tocado, muy de cerca, como el nefasto traspaso de Moses Malone a los Bullets por parte de los Sixers en verano de 1986. Sí, todos sabemos que si Jeff Ruland no se hubiera lesionado tan gravemente, el desastre no hubiese sido tan dramáticamente espectacular como fue, pero de todos modos no hay excusa para un equipo que, en medio de la inminente retirada de Julius Erving, el prematuro ocaso por culpa de las lesiones de Andrew Toney y la pujanza de su joven estrella Charles Barkley, se deshicieron del mejor pívot de la NBA durante los últimos tiempos (a pesar de que en 1986, Akeem Olajuwon, todavía sin la H, ya le reclamaba el trono) y pasaron de ser todavía uno de los cuatro o cinco máximos candidatos al título a ser un equipo de primera ronda de playoffs... Y en breve ni eso...

Dejando aparte los resultados del equipo con y sin Moses, lo peor de todo es el insulto por parte de la franquicia a un jugador que en apenas cuatro temporadas en Philadelphia se convirtió por derecho propio en uno de los jugadores más importantes de su historia y fue el máximo artífice del título de campeones de la NBA que consiguieron en 1983, con Malone como MVP de la temporada regular y de los playoffs. La temporada anterior al traspaso, la 1985-86, fue muy buena para los Sixers, hasta que se lesionó Moses, que no pudo terminar la temporada regular ni disputar los playoffs... Siempre se ha dicho que el principal culpable del funesto traspaso fue Harold Katz, propietario del equipo, con el cual Moses no debía tener una gran relación.

Otro caso parecido lo viví, y sentí en mis carnes debido a mi particular aprecio por equipo y jugador, con el traspaso de Chris Webber a los Sixers por parte de los Kings a mitad de la temporada 2004-05. Con Webber como buque insignia, los Kings practicaron el mejor baloncesto que se ha visto en muchísimos años en la NBA a pesar de que siempre se les resistiera el anillo; en 2002 por mala suerte y en 2003, siendo los máximos favoritos, por culpa de una grave lesión de rodilla de Chris con los playoffs ya empezados... Tras casi un año en blanco, Webber volvió a las canchas a finales de la siguiente campaña, a tiempo para los playoffs, aunque todavía lejos de estar al 100% de sus posibilidades, llevando al equipo hasta las semifinales de conferencia y quedándose a un tiro, en el séptimo partido, de pasar a la final del Oeste. En la temporada 2004-05, Chris volvió a mostrar un enorme nivel, pero fue incomprensiblemente traspasado a los Sixers, pasando los Kings de Sacramento de ser uno de los mejores equipos de la liga a ser, como mucho, un equipo de primera ronda, y en pocos años uno de los peores equipos de la liga... Una operación estúpida y muy inconsciente por parte de los ilustres hermanos Maloof.

Todo esto viene a cuento por lo sucedido esta semana con Pete Mickeal y el F.C. Barcelona. Tras recuperarse con éxito, una vez más, del tromboembolismo pulmonar sufrido la temporada pasada, Pete estuvo entrenándose como un gladiador para volver al máximo nivel y poder jugar de nuevo con el Barça, que todo sea dicho, le había prometido al jugador que si conseguía recuperarse con éxito de su enfremedad tendría un puesto asegurado en el equipo... A eso le llamo yo hablar mierda.

Con Pete (hipercompetitivo como siempre y dispuesto a darlo todo por el Barça una vez más) de nuevo en Barcelona, dispuesto a asaltar otra vez la Euroliga y a recuperar el título de campeones de la liga Endesa, el Barça hizo público un comunicado donde desestimaba renovar a Pete y le agradecía los servicios prestados, así de simple, alegando que los médicos lo habían desaconsejado (respuesta fácil que de paso quita responsabilidades a los culpables). Añadir también, lo cual no se ha dicho en todos los medios de comunicación, que Mickeal se ofreció a firmar un contrato que eximiera al club de cualquier responsabilidad si le ocurría algo; todo sería culpa y responsabilidad suya, pues lo único que quería era volver al Barça y continuar lo que tuvo que dejar a medias la temporada pasada por culpa de su enfermedad, y a ser posible retirarse allí...

¿Quién ha sido el Harold Katz del Barça?... Los médicos, claro... ¡¡Y una mierda!!... Nunca me han gustado las respuestas fáciles y demasiado políticamente correctas. En parte me gustaría que Pete fichara por un equipo de Euroliga, incluso de liga Endesa, y que a la hora de la verdad, cuando se cruzara con el Barça, les machacara hasta la humillación, pero pensándolo fríamente casi prefiero verlo en los Lakers (rumor que ha sonado de verdad), pues un jugador de su clase y nivel debería jugar alguna vez en la NBA, y Pete no lo ha hecho nunca; aparte, claro está, de que me encantaría verlo junto a Kobe y Pau... Estoy seguro de que aportaría muchas más cosas que Metta World Peace.