lunes, 11 de enero de 2021

TRES EQUIPOS A SEGUIR EN LA TEMPORADA 2020-21

A pesar de que la pandemia (y los protocolos de seguridad que la NBA ha tenido que adoptar para hacerle frente) ya esté haciendo estragos en varios equipos y condicione el buen arranque de temporada de algunos de ellos, este inicio del curso baloncestístico 2020-21 ya nos ha dejado una cosa muy clara, y es que, a pesar de que estemos metidos de lleno en la era del jugador empoderado y de que en las últimas semanas se hayan dado a conocer algunos detalles un tanto incómodos sobre los privilegios otorgados a jugadores como James Harden o Kawhi Leonard en Rockets y Clippers respectivamente, el baloncesto sigue fluyendo y nos demuestra, siempre, la importancia de la figura del entrenador para hacer de una plantilla un buen equipo... Y en este sentido quiero reivindicar la labor que desde el primer momento están ejerciendo Tom Thibodeau, Steve Kerr y Glenn Rivers en New York Knicks, Golden State Warriors y Philadelphia 76ers respectivamente.
 
NEW YORK KNICKS
 

La llegada de Tom Thibodeau no podía cambiar de forma más radical el panorama en el errático equipo de la gran manzana, y eso que no ha habido grandes fichajes este verano en New York, puesto que los Julius Randle, R. J. Barrett, Mitchell Robinson o Dennis Smith Jr. ya estaban la temporada pasada, que fue la enésima dando tumbos por una competición en la que no aspiran al anillo desde tiempos inmemoriales.

Tom Thibodeau puede haber sido un entrenador un tanto huraño y fanático del baloncesto defensivo hasta límites frenéticos, pero nadie puede dudar de que es un gran entrenador, y buena prueba de ello es lo que ocurrió con aquella plantilla de los Chicago Bulls, en la que jugaban Pau Gasol, Jimmy Butler y Derrick Rose, cuando fue sustituido en el banquillo por Fred Hoiberg; pasaron de ser un equipo de playoffs a los que les faltaba algo para acabar de ser aspirantes al anillo a no clasificarse siquiera para la segunda fase.

Mención especial merece el nivel que está mostrando Julius Randle bajo la dirección de Thibodeau, haciendo números de All-Star y, casi, de candidato al MVP de la temporada (al menos por ahora). Julius siempre ha sido un jugador de gran talento y proyección, pero que nunca había estado en el lugar adecuado en el momento preciso... Hasta ahora. En los Lakers vivió una época de transición y terminó saliendo por la puerta falsa cuando los Lakers estaban inmersos en intentar fichar a toda costa a Anthony Davis. En los Pelicans ocupaba la misma posición en la cancha que el hiperdeseado Zion Williamson, de modo que terminó por decidir marcharse rumbo a los Knicks... Y en la temporada pasada en NY, a pesar de que hizo buenos números, no llamó la atención de nadie debido a la poca competitividad del equipo y a la indiferencia que los Knicks llevan provocando en la liga desde hace mucho tiempo... Hasta ahora.

Ahora mismo, los Knicks son sextos de la Conferencia Este con 5 victorias y 4 derrotas (aunque estaban jugando contra Denver a la hora de escribir estas líneas), habiendo jugado algunos partidos verdaderamente buenos, y con un Julius Randle que está liderando al equipo en puntos, rebotes y asistencias, con unos promedios de 22,6, 12,0 y 7,3 respectivamente. ¿La gran diferencia con respecto a la temporada pasada? Tom Thibodeau.
 

GOLDEN STATE WARRIORS
 

De los Warriors no hace falta explicar mucho que no sepa todo el mundo. Vienen de pasar un año y pico verdaderamente infernal, con lesiones largas de Stephen Curry y Klay Thompson, problemas físicos en la práctica totalidad de la plantilla, incluido un DeMarcus Cousins que nunca pudo estar sano durante su estancia en la bahía, y la pérdida de un jugador de la envergadura de Kevin Durant. De la plantilla que ganó el último anillo para los de Oakland/San Francisco hace apenas dos años y medio, solo quedan Curry, Thompson, Draymond Green y Kevon Looney... Y si tenemos en cuenta que Klay se va a perder la temporada entera, son únicamente tres: Curry, Green y Looney.

Esto viene a demostrar que para este nuevo curso que acaba de empezar, Steve Kerr tiene un equipo nuevo, una plantilla nueva que conjuntar y un ecosistema nuevo al que adaptarse. Y la verdad es que no pudieron empezar peor, con dos derrotas humillantes frente a Nets y Bucks (por 26 y 37 puntos de diferencia respectivamente), pero a partir de entonces la maquinaria se ha ido engrasando, Don Stephen ha vuelto a mostrar su mejor versión y el equipo va dando muestras, progresivamente, de un potencial tremendo, con una perla a la que hay que seguir muy, muy de cerca: James Wiseman.

Y detrás de todo ello, Steve Kerr, el incombustible líder del equipo que revolucionó el baloncesto en la pasada década y que disputó cinco finales consecutivas, ganando tres anillos. La temporada pasada no cuenta, bajo ningún concepto, pero no tengo ninguna duda de que, visto lo visto hasta ahora, los Warriors, de la mano de Steve Kerr y Stephen Curry, volverán a ser uno de los mejores equipos de la liga, poniendo en aprietos a los supuestos favoritos del Oeste: Lakers (totalmente merecido) y Clippers (yo vuelvo a decir que para mi no, lo siento).
 

PHILADELPHIA 76ers


Yo llevaba años diciendo que Brett Brown no era el entrenador que podía llevar a los Sixers hasta el anillo. Philadelphia es un equipo al que he seguido muy de cerca y lo cierto es que Brown me decepcionó en muchas ocasiones durante estos últimos años, llegando a tocar fondo la temporada pasada; un cúmulo de despropósitos que terminó con la humillante barrida frente a los Celtics en primera ronda de playoffs. Tales fueron las malas vibraciones de la pasada temporada, que fueron muchos los que criticaron a sus estrellas, Joel Embiid y Ben Simmons, hasta la saciedad, llegando a proclamar a los cuatro vientos que, además, eran totalmente imcompatibles sobre una cancha de baloncesto... Una solemne estupidez que Doc Rivers ha desmontado en unos pocos partidos. Y es que la primera frase que pronuncié cuando me enteré del fichaje de Rivers por los Sixers, fue: ¡Ahora los Sixers tienen entrenador!

Nunca me cansaré de decirlo, Embiid es el mejor center que se ha visto desde los mejores años de Shaquille O'Neal, y los Sixers nunca supieron formar una plantilla acorde a su alrededor (exceptuando un poco el año de Jimmy Butler), sino más bien lo contrario, con equipos carentes de grandes tiradores que abrieran la cancha (al único que tenían, J. J. Redick, lo dejaron escapar), propiciando colapsos en la pintura que impedían a Embiid y Simmons poder jugar con mayor libertad cerca del aro y, en consecuencia, les impedían desarrollar todo su potencial. Un auténtico manual de lo que no debes hacer si tienes un gran pívot en tu equipo.

Los Sixers todavía van primeros de la Conferencia Este, con un balance de 7 victorias y 3 derrotas, aunque probablemente empeorarán su marca en los próximos días, debido a la cantidad de jugadores que tienen fuera de juego por los protocolos frente al Covid (en el último encuentro solo tuvieron siete jugadores disponibles y ningún titular), pero esto no es óbice para comprobar, visto lo visto hasta el momento que, por fin, tienen un buen entrenador, un equipo mucho más compensado, con mejores tiradores y, lo más importante, un ecosistema que permite desarrollar a Joel Embiid todo el potencial que atesora, que es mucho. Para mi, estos Sixers, a pesar de los sinsabores de los últimos años, son un auténtico candidado al anillo esta temporada. Tiempo al tiempo...