sábado, 28 de mayo de 2011

Reflexiones desde Springfield: sobre Magic, Jordan, Russell, Chamberlain y los intangibles

Esta sección de Reflexiones desde Springfield siempre se ha basado en el debate; en lanzar un tema al aire, dar primero mi opinión al respecto y posteriormente abrir el debate de cara a todo aquel que quiera participar a través de los comentarios. Bien, en este nuevo capítulo de Reflexiones desde Springfield vamos a tocar un tema un tanto curioso; allá va:

El tema en cuestión me ha sobrevolado la mente a raíz de otro tema relacionado con lo justos o injustos que han sido algunos trofeos de MVP a lo largo de la historia de la NBA, pero que va a quedar para otra ocasión. Dejando pues ese otro tema para la ocasión oportuna, centrémonos en el tema de éste post.

En innumerables ocasiones se ha llegado a debatir sobre quién ha sido mejor, Magic Johnson o Michael Jordan. En su momento había partidarios de los dos; no eran pocos precisamente los que se decantaban por Magic, pero con el tiempo parece que es una inmensa mayoría la que ha decidido otorgarle ese honor a His Airness. Y no me estoy refiriendo a la opinión de la gente de la calle en general, ya que entonces Jordan está muy por encima de cualquier otro rival (el marketing, las Air Jordan, la leyenda, la opinión global generalizada que prima sobre cualquier razonamiento técnico o entendido), sino a la opinión de los entendidos en general, periodistas especializados, ex-jugadores, entrenadores, etc...

En los años 60 se puede encontrar un debate parecido, ¿quién fue mejor, Bill Russel o Wilt Chamberlain?. El debate sin duda es parecido, pero con muy distinto final. Son muchos los especialistas que eligen a Russell por encima de Chamberlain (sin ir más lejos, me viene a la mente Ramón Trecet opinando eso mismo en una entrevista de hace ya un tiempo), a pesar de la enorme superioridad estadística de Wilt. ¿Qué es lo que provoca estas decisiones?, y lo digo desde mi más profunda reflexión interior, ya que desde mi punto de vista la mayoría que elige a Jordan por encima de Magic debería de elegir a Chamberlain por encima de Russell... O lo que es lo mismo, los que eligen a Russell por encima de Wilt deberían escoger a Magic por encima de Jordan.

Me explico; muchos encuentran superior a Jordan sobre Magic por su clara superioridad atlética, sus mates increíbles, su imparable capacidad anotadora y esa sensación de que podía anotar y decidir cuando y como quisiera y frente a quién fuera. Desde mi punto de vista, ahí lo normal sería que esas personas se decantaran por Chamberlain en el otro debate, pero no siempre es así...

Muchos encuentran superior a Russell sobre Chamberlain por su gran liderazgo sobre la cancha, por su trabajo de equipo, lejos de preocuparse por sus estadísticas individuales y por esa sensación de que continuamente conseguía hacer mejores a sus compañeros sobre la cancha. Desde mi punto de vista, ahí lo normal sería que esas personas se decantaran por Magic en el otro debate, pero no suele ser así...

Entonces, ¿cual es el factor desequilibrante?, ¿los anillos?... En el caso Russell-Chamberlain se podría decir que sí (11 frente a 2 es mucha diferencia), pero eso no cuaja en el caso Magic-Jordan; 5 frente a 6 no es una diferencia desequilibrante, y menos aun teniendo en cuenta que Magic consiguió sus 5 anillos en plena década dorada y con los Boston Celtics de Larry Bird disputándoles a muerte muchos de esos anillos (por no hablar de los 76ers y los Pistons).

¿Las estadísticas individuales?... En el caso Russell-Chamberlain seguro que no, ya que ahí Wilt Chamberlain fue muy superior, no a Russell, sino a cualquier otro jugador de la historia del baloncesto en cualquier época. Mientras que en el caso Magic-Jordan se podría decir que sí en cierto modo, debido al abrumador dominio anotador ejercido por Michael Jodan en su época (10 veces máximo anotador de la temporada), aunque eso es algo que yo siempre pongo en duda, ya que las estadísticas hay que mirarlas de forma global y Air Jordan no producía más puntos para su equipo que Magic a pesar de meter siempre 30 por noche. Y eso se puede demostrar fácilmente... Pongamos el ejemplo de la temporada 1986-87, que curiosamente fue la temporada más anotadora de ambos: Jordan anotó la friolera de 37,1 puntos por partido (la media más alta desde la era Wilt Chamberlain) y dio 4,6 asistencias; lo que (contando 2 puntos por asistencia) suman un total de 46,3 puntos producidos para su equipo. Magic anotó 23,9 puntos y repartió 12,2 asistencias; lo que suma un total de 48,3 puntos producidos para su equipo.

¿Que Jordan era mejor defensor?, sí, su capacidad atlética sin duda era muy superior a la de Magic; aun y así Magic también llegó a liderar la NBA en robos de balón (2 temporadas por 3 de Jordan); además Magic siempre fue mejor reboteador (medía unos 6 cm. más, pero también es cierto que la capacidad de salto de Michael era muy superior). Entonces ¿cual es el factor desequilibrante?.

Definitivamente el factor desequilibrante en ambos casos son cosas intangibles, ajenas a las simples estadísticas. En el caso Russell-Chamberlain sí pesan bastante los anillos conseguidos por el primero, pero también es cierto que influye mucho ese factor extra, esa etiqueta de ganador nato que Russell llevaba siempre impresa en el alma y que lo llevó a conseguir incluso proezas imposibles como la de las finales de la temporada 1968-69. Russell llegó a cambiar la filosofía del baloncesto, volviéndolo más defensivo; a partir de él se puede decir que los campeonatos se comenzaron a ganar a partir de la defensa.

En el caso Magic-Jordan sólo veo un intangible, ese factor cluth de Michael Jordan que lo llevó a decidir tantos y tantos partidos a lo largo de su carrera (algo parecido a lo de Kobe Bryant en los últimos tiempos); pero también es cierto que hay otra especie de intangible que pesa mucho... la leyenda, la mitificación absoluta del propio mito, la cultura urbana, que encumbraron a Jordan por encima de cualquier otro jugador de baloncesto del mundo y de la historia. Creo sinceramente, y a pesar de ir en contra de la opinión de muchos de vosotros, que esa leyenda ya absolutamente mítica que existe sobre Jordan, no ha sido totalmente justa con algunos otros jugadores de baloncesto. Esa leyenda ya situa a Jordan como el mejor a pesar de que Magic produjera más puntos que él para su equipo o que Kareem Abdul-Jabbar anotara tantos puntos o más que Jordan en los 70 y encima capturara 15 rebotes, diera 5 asistencias y pusiera 4 tapones por partido.

En resumen, a lo que quería llegar: ¿pesan tanto esos intangibles como para que alguien que prefiere el juego sacrificado y absolutamente de equipo de Russell por delante de Chamberlain se decida por Jordan en el otro debate?... ¿Que opináis?.

sábado, 21 de mayo de 2011

Anécdotas y divagaciones baloncestísticas: De-mo-cra-cia

En este blog estamos acostumbrados a debatir sobre baloncesto, sobre el juego en equipo, sobre el estilo de juego anárquico que tanto ha proliferado en la NBA actual y reciente. También sobre Martin Luther King y la lucha por los derechos civiles, así como sobre algunos ilustres jugadores siempre comprometidos con estos temas; como Kareem Abdul-Jabbar o Chris Webber. Y también estamos acostumbrados a reivindicar a jugadores infravalorados, tipos que por el motivo que sea han sido o están siendo injustamente tratados/valorados/recordados...

Juego en equipo, pasar antes que tirar, jugar para ganar antes que para tu lucimiento propio, compromiso con las causas justas, derechos civiles, black power, justicia para los que la merecen... Todas estas frases y palabras, llenas de significado, bien podrían ser traspasadas a la política y ser aplicadas de forma mas o menos filosófica a la más pura realidad social y política que estamos viviendo hoy día en este país.

Hay un grupo de gente que ya se ha cansado de los solos de guitarra de LeBron James y Kobe Bryant, que hastiados del juego egoísta de los de siempre, piden a gritos que surja otro Magic Johnson, otro Larry Bird, que por encima de todo jueguen para el equipo antes que para ellos mismos. A este grupo de gente, movilizados a través de todo el país (y más...) se les llama Democracia Real Ya. Son gente que, como yo, ya están cansados de los partidos políticos de siempre y de sus eternos fraudes; de que un partido de izquierdas se comporte como uno de derechas, de que uno de derechas se quiera vender en campaña casi como uno de izquierdas, de que siempre sean los mismos los que reciben, de que los supuestos defensores de los trabajadores firmen aberraciones para los derechos laborales...

Yo, que me considero apolítico, ya hace días que decidí votar en estas elecciones municipales por un partido pequeño, uno de estos que han sido formados por un grupo de ciudadanos hartos de los partidos convencionales. Son un grupo de gente de diversas ideologías que solo tienen una cosa en común; quieren luchar contra el eterno dominio de los partidos de siempre y proponen un partido sin una ideología típica y tópica determinada; simplemente quieren luchar por el pueblo y por la prosperidad de la ciudad de Manresa. Toda esta última parrafada que acabo de soltar, viene a cuento básicamente por un motivo, porque a grandes rasgos, todas estas inquietudes encajan con las del movimiento Democracia Real Ya.

Sin duda este es un momento muy importante para la historia de la democracia española; no en vano se están haciendo eco de ello medios de comunicación de muchos otros países. Ahora que ya estamos en plena jornada de reflexión electoral, es un buen momento para plantearnos el dejar de darle tantos votos a LeBron James para el All-Star Game y de comenzar a darle votos de confianza a Lafayette "Fat" Lever.

> Discurso de Carlos Taibo en la Puerta del Sol de Madrid.

domingo, 15 de mayo de 2011

Los Angeles Lakers: culpabilidad compartida

Finalmente, y debido a la gran cantidad de posts, opiniones, rumores, declaraciones, etc... que he estado leyendo recientemente sobre el rotundo fracaso de los Lakers en los playoffs, me he animado a escribir esta entrada para expresar mi opinión sobre el tema. Una opinión más allá de favoritismos y sensacionalismos; una opinión meditada y reposada donde no escapa nadie, ya que en esta mala imagen que han dado en la eliminatoria frente a Dallas, todos han tenido parte de culpa.

Sí, en los USA se han cebado con Pau Gasol, pero eso no es nada nuevo, nada que deba extrañarnos a estas alturas del juego. Si hasta un tipo hiper-sobrevalorado como Amare Stoudemire, que pese a su espectacular y explosivo potencial físico jamás ha llegado a promediar 10 rebotes por partido, puede reírse de Pau, llamándole blando..... y lo peor es que la gente le ríe la gracia.

De todos modos aquí no voy a defender a Pau ni a buscar excusas para su bajo rendimiento en estos playoffs. Pau tiene parte de culpa, sí, está más que claro que su rendimiento ha sido decepcionante y que en ningún momento se le ha visto con ganas de agarrar el toro por los cuernos y decir basta. Simplemente se ha visto superado y se ha ido diluyendo progresivamente. ¿Pueden ser ciertos los rumores sobre sus problemas sentimentales?, a pesar de que él siempre se ha encargado de desmentirlos, lo cierto es que los mentideros de Hollywood han echado humo con el tema... Y claro está, algunos han usado esta historia para hundirlo más si cabe y tildarlo de poco profesional y de jugador psicológicamente débil.

A todo esto yo sólo digo una cosa: Hipocresía... Señores, el ser humano es ante todo eso, humano; y quién diga que uno siempre puede permanecer inalterable ante importantes problemas personales y salir a la cancha como cualquier otra noche, o es tonto o ha visto muchas películas, o simplemente sabe muy poco de la vida... Sí, algunos siempre apelan a un puñado de episodios míticos de la historia de la NBA, como aquel memorable partido de Michael Jordan frente a los Utah Jazz, jugando con casi cuarenta de fiebre, o a Joe Dumars disputando a gran nivel las finales de 1990, durante las cuales falleció su padre. Pero ese puñado de episodios míticos no hacen otra cosa que encumbrar a sus protagonistas hasta los Olimpos y grabar a fuego en la leyenda del baloncesto tales demostraciones de temple y coraje; no obstante, por el camino quedan muchos otros casos que representan precisamente todo lo contrario...

Allá por 1993, durante los últimos coletazos de Dennis Rodman con la camiseta de los Pistons, el Gusano fue descubierto de madrugada, dormido en su automóvil con un arma en las manos. Unos pocos meses atrás se había divorciado y estaba atravesando unos momentos personales realmente delicados. Algunos años más tarde, el propio Dennis admitió que había estado a punto de terminar con su vida. ¿Que ocurre?, ¿es que si alguien acaba desquiciado hasta el punto de casi acabar con su propia vida por problemas sentimentales es considerado un tipo duro con problemas, mientras que alguien que por los mismos problemas simplemente pasa por un bache en su juego es un tipo blando y poco profesional?... Repito, hipocresía... como en tantas cosas que ocurren allí... y también aquí, claro...

Dejando este tema aparte (al fin y al cabo él mismo ha desmentido tales problemas), lo cierto es que Pau no ha estado a su nivel. Ha estado bien moviendo el balón y asistiendo a sus compañeros, como siempre, pero se ha mostrado errático encarando el aro, con poca determinación en ataque y a medida que la serie contra Dallas iba avanzando, se le ha ido viendo cada vez más frustrado en defensa. En definitiva, Pau no ha estado a su nivel, pero aun así, lo único que yo le echaría en cara sería una cosa: su rueda de prensa posterior, el volver a disculparse de forma tan políticamente correcta, el volver a decir que debe trabajar más, que debe luchar para volver a estar al nivel de las dos anteriores finales, etc., etc., etc... ¡¡ya basta!!, Kobe puede soltar en ocasiones que Pau no es agresivo, mientras dice cínicamente que él sí lo es, aunque esté cansado o lesionado y otras cosas por el estilo; Phil Jackson también puede abroncarlo y darle un golpe enérgico en el pecho delante de todas las cámaras, mientras que jamás se lo haría a Kobe cuando está jugando sólo y tirándose 10 mandarinas seguidas cayéndose para atrás y delante de tres defensores pegados a él para acabar con 20 puntos en una serie de 10 de 32 en tiros de campo... Mientras, Pau sigue siempre sin criticar a nadie, mirando para otro lado cuando Kobe actúa así y asumiendo siempre la culpa de todo, sin importarle, cargándoselo todo a las espaldas.

Como he escrito antes, la culpa ha sido compartida y tras hablar sobre Pau, le toca el turno a Kobe y al resto de los Lakers. Sobre la actuación de Kobe es difícil llegar a una conclusión, básicamente porque ha sufrido varios problemas físicos; y momentos como el de aquel impresionante mate sobre Emeka Okafor tras haber tenido que abandonar el pabellón con ayuda de unas muletas unos pocos días antes, no hacen sino mitificarlo más de lo que ya está este legendario jugador. De todos modos, contra Dallas tampoco ha estado a su mejor nivel y hay que decir que Kobe no es el tipo de jugador que ceda fácilmente sus galones a un compañero, aunque no esté en plenas facultades físicas. La Mamba Negra es muy distinto de, por ejemplo, Kevin Garnett, que en los Celtics no tiene ningún problema en ceder protagonismo a quién sea, con tal de ganar y que su equipo juegue bien. Creo sinceramente que Kobe va a ser la estrella de su equipo hasta que se retire, por las buenas o por las malas... y si no puede serlo, antes preferirá retirarse que pasar a ser un secundario de otro. Kobe es así (aunque ojalá me equivoque) y no lo veo haciendo lo que Kareem Abdul-Jabbar en los 80, cediéndole el protagonismo principal a Magic Johnson tras haberlo sido todo en el equipo y en la NBA entera; a Kareem no se le cayeron los anillos (ninguno de los que tiene) por pasar a un segundo plano y ceder el liderazgo del equipo a la Magia.

Sobre el resto de jugadores, creo que el que mejor ha estado en general en esta serie ha sido Andrew Bynum (dejando aparte su lamentable entrada a Barea), mostrando mucha determinación y recursos en el poste bajo. Odom también ha ayudado a su manera, siempre sacrificado y pasando un poco desapercibido, aunque no haya estado especialmente brillante tampoco en esta serie. Y del resto de la plantilla poco que decir, aparte de que se ha confirmado lo tantas veces dicho a lo largo de la temporada: banquillo muy flojo, pocas rotaciones y poca fluidez anotadora más allá de Kobe, Pau y en ocasiones Bynum y Odom. Desde varios sectores ya se confiaba muy poco en la plantilla juntada alrededor de Kobe, Pau y cia. este año (especialmente en lo referente a la segunda unidad) y realmente en estos playoffs se han confirmado todas las críticas.

En cuanto a Phil Jackson, habría que comenzar con los homenajes de rigor debido a su retirada de los banquillos; el Maestro Zen es por muchos considerado ya como el mejor entrenador de la historia de la NBA y es que sus 11 anillos (mas 2 como jugador de los Knicks) son el récord absoluto de todos los tiempos... Pero no, hoy no, ya habrá momentos para los homenajes. Hoy tocan las críticas a un Phil Jackson que desde mi punto de vista ha sido el que más ha fallado de todos los Lakers (al menos de los principales).

Los detractores de Jackson siempre han argumentado que Phil no ha sido nunca un entrenador muy técnico ni un gran estratega de los banquillos; que su fuerte ha sido siempre el factor psicológico y el enorme respeto que se ha ido ganando con los años por parte de todos los jugadores y de la NBA entera. Y lo cierto es que esta serie les ha dado un poco la razón. El Gurú nunca ha brillado especialmente por sus ajustes tácticos cuando las cosas no le han ido bien a su equipo; él ha sido siempre abanderado de un estilo de equipo y de baloncesto distintos, que en parte fueron creados por él mismo en los 90 (ahí sí que tiene una importancia trascendental). Un tipo de equipo sin base puro, donde las asistencias venían más desde el puesto de escolta y de alero que del de base, con bases que eran básicamente tiradores que se limitaban a subir el balón (a veces ni eso) y a apartarse a una esquina, donde en ocasiones recibían balones doblados para que tiraran de tres; y con muchos especialistas (principalmente defensivos y tiradores). El triángulo ofensivo sólo ha funcionado cuando Phil ha tenido en su equipo a dos de los 5-10 mejores jugadores del mundo (Jordan-Pippen, Shaq-Kobe y Kobe-Pau); cuando no los ha tenido (con Kobe solo en los Lakers o en sus Bulls sin Jordan), sus equipos no han llegado muy lejos.

Lo cierto es que Phil ha sido siempre un tipo muy inteligente, que ha tenido la suerte de poder contar en sus equipos con algunos de los mejores jugadores de toda la historia del baloncesto; y que adaptándolos a "su" triángulo ofensivo, ha sabido crear un tipo de juego que le ha dado innumerables triunfos y donde no ha necesitado de grandes estrategias (más allá de las psicológicas); ya que en su sistema han decidido siempre los jugadores; primero Jordan y después Kobe, con el lapsus de Shaq, donde el sistema fue algo distinto debido a lo determinante que era en aquellos momentos el Gran Aristóteles y donde se cargaba mucho más el juego en el pívot. De todos modos también estaba Kobe ahí, formando una pareja interior-exterior absolutamente demoledora para cualquier defensa rival.

Creo sinceramente que en esta serie frente a Dallas, Phil no ha sabido reaccionar ni reajustar sus sistemas. Decidió aprovechar el buen momento de juego de Bynum (por fin sano y a buen nivel en playoffs) para meterle bastantes balones en el poste bajo, pero para eso ha ido alejando cada vez más a Pau del aro, como si no recordara que el mejor nivel de Pau en playoffs y finales se ha visto siempre cuando ha jugado prácticamente de 5 y cerca del aro (ahí están las finales de los últimos dos años para corroborarlo, con duelo frente a Dwight Howard incluido). Mientras Pau se estaba diluyendo como un azucarillo entre el mal juego general de los Lakers, Phil seguía con él de 4 abierto y con Bynum de referente en el poste bajo. Parece mentira que Phil, el mejor entrenador de la historia de la NBA, no se haya dado cuenta de que Andrew puede anotar desde el poste bajo, pero Pau no sólo puede anotar, si no que también crea mucho juego para sus compañeros.

Ahora todo son rumores, algunos de los cuales realmente increíbles, como alguno que apunta a la salida de Pau del equipo via traspaso. Yo personalmente pienso que no habrá tal revolución, que se va a fichar a un entrenador que no cambie radicalmente el status quo del equipo (seguramente Brian Shaw), que Kobe y Pau van a seguir formando la columna vertebral de la plantilla y que se va a seguir con la misma filosofía de equipo (al menos por el momento), con el Kobe-sistema, con Pau de "pegamento" para el equipo y con un banquillo algo flojo (a la espera de lo que puedan fichar este verano). A estas alturas del juego, Kobe es el primero que no desea que cambien mucho las cosas, sabe que con Pau a su lado han sido 2 anillos (3 finales) en 4 años, y además, a estas alturas, consciente de su edad y siempre fiel a su "filosofía de juego", creo sinceramente que prefiere seguir con este sistema, que entre otras cosas le va a permitir superar más récords históricos en los próximos años (probablemente superar a Jordan en la tabla histórica de anotadores sea el más deseado), incluido tal vez (y si la salud lo respeta) el de máximo anotador de la historia de la NBA. Creo que ese es, a día de hoy, su más deseado anillo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Zach Randolph: el eslabón perdido

Mi trayectoria como aficionado al baloncesto siempre se ha caracterizado por tener en el centro una piedra angular, una figura guia, un jugador clave al que he seguido especialmente por encima de todos los demás de su época, o con el que me he identificado de alguna forma especial; de manera ininterrumpida desde que comencé a seguir este deporte y hasta nuestros días. Este puesto lo han ocupado varios jugadores, relevándose de forma natural con el tiempo, cual Rey deja su trono al Príncipe a su debido momento. Dejando al margen algunos mitos como Julius Erving, Magic Johnson, Larry Bird o Michael Jordan, a los que siempre he admirado profundamente a pesar de no estar en ese trono personal, el primer y más importante jugador que ocupó dicho puesto fue Moses Malone, el cual también fue la principal causa por la que comencé a amar el baloncesto. Posteriormente y a medida que Moses iba desapareciendo progresivamente de la liga (sus últimas tres temporadas fueron prácticamente simbólicas, debido principalmente a las lesiones... y a la edad, claro), su lugar fue ocupado por Hakeem Olajuwon y sus sublimes movimientos de pies. Rozando el cambio de siglo y a medida, también, que Hakeem iba acercándose al final de su carrera profesional, el cetro recaló en las manos de Chris Webber y su clase sin igual. Y entonces es cuando entra en escena Zach Randolph...

* (Un pequeño inciso, solo para señalar que durante el reinado de Moses Malone, el principal damnificado y segundo en discordia para el trono fue Kareem Abdul-Jabbar; durante el reinado de Hakeem, ese segundo puesto lo ocupó Shawn Kemp y durante el de Chris Webber, fue ocupado por Kevin Garnett.)

Hacia finales de la era Chris Webber en los Kings; entre su maldita lesión durante los playoffs del 2003 y su posterior y absurdo traspaso a los Sixers casi dos años después, irrumpió con mucha fuerza un jovencito llamado Zach Randolph, que jugando en los Portland Trail-Blazers cuajó algunas temporadas realmente brillantes y que por momentos me recordó incluso al gran Moses Malone. Sentí inmediatamente la sensación de que ese chico era el que iba a suceder a C-Webb en mi trono particular algún día. Su explosión fue muy prometedora (en la temporada 2003-04 fue elegido Jugador con mayor progresión), pero entre alguna que otra lesión, algunos problemas extradeportivos (que por otro lado tampoco eran extraños en aquellos "Jail-Blazers") y quizás también un poco de mala suerte, su progresión se vio algo frenada, para posteriormente y en plena reconstrucción de la franquicia de Portland, ir a parar a los New York Knicks. No fue un buen sitio para él, sin duda, ya que su fama de problemático y de chico del ghetto se vio acrecentada en un vestuario con tipos como Stephon Marbury o Eddie Curry y unos resultados deportivos realmente lamentables para el teórico nivel de la plantilla. Tras una temporada y media en NYC, aquel despropósito de equipo que fueron los Knicks de mediados-finales de la década pasada lo traspasaron a los Clippers, donde se volvió a encontrar con más de lo mismo; un equipo sin rumbo y sin coherencia que se deshizo de él de nuevo al acabar la temporada. Entonces es cuando comenzó a tener la suerte deportiva que se merecía... recalando en los Memphis Grizzlies, que estaban forjando, poco a poco, un equipo joven y talentoso, que justo ahora está comenzando a recoger sus frutos.

La carrera de Chris Webber estaba llegando a su fin (antes de tiempo, debido a las malditas lesiones) y el trono vacante era finalmente ocupado por Pau Gasol, mientras Zach languidecía en la Gran Manzana, desahuciado por la opinión pública y etiquetado de forma perenne como un jugador problemático, individualista y perdedor. Así, Pau se apoderaba del trono y pasaba a ser de forma absoluta la piedra angular antes mencionada.

Pero como mencioné antes, la suerte deportiva de Zach cambió al llegar a Memphis y por fin ha podido demostrar que todas esas etiquetas eran falsas; el problema eran los equipos donde tuvo la mala suerte de recalar.


Sí, Zach es un hijo del ghetto, ¿y que?, ¿acaso no lo han sido muchísimas otras estrellas de la liga?.


¿Es menos bueno por ser del ghetto?, ¿acaso sería mejor si fuera de los que les gusta vestir con unos tejanos estrechitos y un polo con cuello de pico?.


Zach siempre demostró ser un 20-10, jugara donde jugara. Sólo le faltó un equipo con ambiciones deportivas y un vestuario equilibrado... ahora lo tiene.


Su llegada a los Grizzlies se vio coronada, por fin, con su primera elección como All-Star. ¡Ya era hora!.


Pero este año, a pesar de merecérselo más que muchos de los que fueron al partido de las estrellas, fue otra vez olvidado. ¿Por qué?, ¿acaso las etiquetas antiguas e injustas aun pesan demasiado?.


A ese respecto sólo puedo decir una cosa: Sir Stern's Tea Party, fuck you !!


Dicen que el tiempo pone las cosas en su sitio; no sé si eso es siempre cierto, pero parece que en el caso de Zach sí lo está siendo...


Ver jugar a Zach Randolph es disfrutar del talento puro y duro sobre la cancha; un talento al alcance de muy pocos power-forwards a lo largo de la historia del baloncesto. Me atrevería a decir que tiene tanto talento como Charles Barkley o Karl Malone... la única diferencia con ellos es el potencial físico, menor que el de los dos mitos.


Gracias por todo Zach; estoy disfrutando como no lo hacía desde hace tiempo viéndote jugar. La pareja que formas con Marc va a hacer historia en la liga. Si elimináis a los Thunder y los Lakers a los Mavs, mi corazón va a sufrir demasiado en las finales de la conferencia Oeste.


¡Ah!, por cierto, y bienvenido al trono que te mereces por derecho propio. Por una vez y sin que sirva de precedente, el trono va a estar compartido.