Elegido en quinta posición del draft por los Sacramento Kings, DeMarcus Cousins cuajó una más que correcta temporada rookie (14,1 puntos, 8,6 rebotes, 2,5 asistencias, 1,0 robos y 0,8 tapones), aunque sin opciones al trofeo de rookie del año debido al enorme temporadón de novato de Blake Griffin. Sus primeras tres temporadas como profesional fueron buenas a nivel individual, aunque pobres a nivel colectivo, puesto que los Kings eran un equipo mediocre dentro de una Conferencia Oeste siempre muy dura.
Pero fue a partir de su cuarta temporada como profesional que Cousins pasó de tener buenas temporadas a nivel individual a tener estadísticas de auténtico crack, de All-Star inapelable, aunque a menudo no se le reconociera debidamente en los galardones y premios que otorga la NBA cada temporada... en parte por jugar en un equipo de la parte baja de la tabla que nunca alcanzó los playoffs, en parte por su fama de problemático y de acaparador de técnicas.
Es cierto que durante sus primeros tiempos en la NBA se mostró como un chaval arrogante y con la cabeza no muy bien amueblada, pero con el tiempo aprendió a centrarse, a pesar de su fuerte carácter y de la colección de técnicas, y cada vez fue creciendo más como jugador, hasta el punto de convertirse en un center completísimo, capaz de postear, lanzar de tres, rebotear, taponar, pasar cada vez mejor... aunque nunca tuvo equipo alrededor que le acompañara, hasta ahora.
Veamos cuales fueron sus logros a partir de la temporada 2013-14, la primera a nivel realmente estelar, y la inevitable comparación con los pívots elegidos por delante suyo en los quintetos ideales de la temporada en la NBA.
> Temporada 2013-14: 22,7 puntos, 11,7 rebotes, 2,9 asistencias, 1,5 robos y 1,3 tapones.
No fue elegido para disputar el All-Star Game ni para integrar ninguno de los quintetos ideales de la temporada.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Joakim Noah (12,6 puntos, 11,3 rebotes, 5,4 asistencias, 1,2 robos y 1,5 tapones).
Pívot del 2º quinteto ideal de la temporada: Dwight Howard (18,3 puntos, 12,2 rebotes, 1,8 asistencias, 0,8 robos y 1,8 tapones).
Pívot del 3º quinteto ideal de la temporada: Al Jefferson (21,8 puntos, 10,8 rebotes, 2,1 asistencias, 0,9 robos y 1,1 tapones).
> Temporada 2014-15: 24,1 puntos, 12,7 rebotes, 3,6 asistencias, 1,5 robos y 1,7 tapones.
Primera vez elegido para disputar el All-Star Game.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Marc Gasol (17,4 puntos, 7,8 rebotes, 3,8 asistencias, 0,9 robos y 1,6 tapones).
DeMarcus fue elegido en el 2º quinteto ideal de la temporada.
> Temporada 2015-16: 26,9 puntos, 11,5 rebotes, 3,3 asistencias, 1,6 robos y 1,4 tapones.
Elegido por segunda vez para disputar el partido de las estrellas.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: DeAndre Jordan (12,7 puntos, 13,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,7 robos y 2,3 tapones).
DeMarcus fue elegido en el 2º quinteto ideal de la temporada.
> Temporada 2016-17: 27,0 puntos, 11,0 rebotes, 4,6 asistencias, 1,4 robos y 1,3 tapones.
Tercera elección para el partido de las estrellas, aunque no fue elegido en ningún quinteto ideal de la temporada.
Poco después del All-Star Weekend, DeMarcus era traspasado a los New Orleans Pelicans, donde formaría, junto a Anthony Davis, una de las mejores parejas interiores que haya visto nunca la NBA.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Anthony Davis "que jugó como pívot buena parte de la temporada" (28,0 puntos, 11,8 rebotes, 2,1 asistencias, 1,3 robos y 2,2 tapones).
Pívot del 2º quinteto ideal de la temporada: Rudy Gobert (14,0 puntos, 12,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,6 robos y 2,6 tapones).
Pívot del 3º quinteto ideal de la temporada: DeAndre Jordan (12,7 puntos, 13,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,6 robos y 1,7 tapones).
> Temporada 2017-18: 25,2 puntos, 12,9 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 robos y 1,6 tapones.
Elegido por votación popular como titular para el All-Star Game por primera vez en su carrera... y unos pocos días después se rompe el tendón de aquiles.
Apenas una semana antes había anotado 44 puntos, capturado 24 rebotes y repartido 10 asistencias en un partido contra los Chicago Bulls. Un colosal logro que no alcanzaba nadie, nada más y nada menos que desde 1972, cuando un jovencito Kareem Abdul-Jabbar anotó 44 puntos, atrapó 20 rebotes y repartió 11 asistencias. Un logro así solo se ha registrado 10 veces en toda la historia de la NBA; Wilt Chamberlain en 6 ocasiones, Oscar Robertson, Elgin Baylor y Kareem Abdul-Jabbar 1 vez cada uno... y DeMarcus Cousins el otro día.
Se dice a menudo que en la NBA ya hace mucho tiempo que no hay superpívots al nivel de los de antaño, que el último fue Shaquille O'Neal, pero en realidad ha habido uno, DeMarcus Cousins, solo que una combinación de mala suerte, cabecita loca y mala prensa no ha permitido que se le otorgara el caché que realmente merece.
Recupérate, DeMarcus, el baloncesto necesita un pívot como tú.
Pero fue a partir de su cuarta temporada como profesional que Cousins pasó de tener buenas temporadas a nivel individual a tener estadísticas de auténtico crack, de All-Star inapelable, aunque a menudo no se le reconociera debidamente en los galardones y premios que otorga la NBA cada temporada... en parte por jugar en un equipo de la parte baja de la tabla que nunca alcanzó los playoffs, en parte por su fama de problemático y de acaparador de técnicas.
Es cierto que durante sus primeros tiempos en la NBA se mostró como un chaval arrogante y con la cabeza no muy bien amueblada, pero con el tiempo aprendió a centrarse, a pesar de su fuerte carácter y de la colección de técnicas, y cada vez fue creciendo más como jugador, hasta el punto de convertirse en un center completísimo, capaz de postear, lanzar de tres, rebotear, taponar, pasar cada vez mejor... aunque nunca tuvo equipo alrededor que le acompañara, hasta ahora.
Veamos cuales fueron sus logros a partir de la temporada 2013-14, la primera a nivel realmente estelar, y la inevitable comparación con los pívots elegidos por delante suyo en los quintetos ideales de la temporada en la NBA.
> Temporada 2013-14: 22,7 puntos, 11,7 rebotes, 2,9 asistencias, 1,5 robos y 1,3 tapones.
No fue elegido para disputar el All-Star Game ni para integrar ninguno de los quintetos ideales de la temporada.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Joakim Noah (12,6 puntos, 11,3 rebotes, 5,4 asistencias, 1,2 robos y 1,5 tapones).
Pívot del 2º quinteto ideal de la temporada: Dwight Howard (18,3 puntos, 12,2 rebotes, 1,8 asistencias, 0,8 robos y 1,8 tapones).
Pívot del 3º quinteto ideal de la temporada: Al Jefferson (21,8 puntos, 10,8 rebotes, 2,1 asistencias, 0,9 robos y 1,1 tapones).
> Temporada 2014-15: 24,1 puntos, 12,7 rebotes, 3,6 asistencias, 1,5 robos y 1,7 tapones.
Primera vez elegido para disputar el All-Star Game.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Marc Gasol (17,4 puntos, 7,8 rebotes, 3,8 asistencias, 0,9 robos y 1,6 tapones).
DeMarcus fue elegido en el 2º quinteto ideal de la temporada.
> Temporada 2015-16: 26,9 puntos, 11,5 rebotes, 3,3 asistencias, 1,6 robos y 1,4 tapones.
Elegido por segunda vez para disputar el partido de las estrellas.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: DeAndre Jordan (12,7 puntos, 13,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,7 robos y 2,3 tapones).
DeMarcus fue elegido en el 2º quinteto ideal de la temporada.
> Temporada 2016-17: 27,0 puntos, 11,0 rebotes, 4,6 asistencias, 1,4 robos y 1,3 tapones.
Tercera elección para el partido de las estrellas, aunque no fue elegido en ningún quinteto ideal de la temporada.
Poco después del All-Star Weekend, DeMarcus era traspasado a los New Orleans Pelicans, donde formaría, junto a Anthony Davis, una de las mejores parejas interiores que haya visto nunca la NBA.
Pívot del quinteto ideal de la temporada: Anthony Davis "que jugó como pívot buena parte de la temporada" (28,0 puntos, 11,8 rebotes, 2,1 asistencias, 1,3 robos y 2,2 tapones).
Pívot del 2º quinteto ideal de la temporada: Rudy Gobert (14,0 puntos, 12,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,6 robos y 2,6 tapones).
Pívot del 3º quinteto ideal de la temporada: DeAndre Jordan (12,7 puntos, 13,8 rebotes, 1,2 asistencias, 0,6 robos y 1,7 tapones).
> Temporada 2017-18: 25,2 puntos, 12,9 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 robos y 1,6 tapones.
Elegido por votación popular como titular para el All-Star Game por primera vez en su carrera... y unos pocos días después se rompe el tendón de aquiles.
Apenas una semana antes había anotado 44 puntos, capturado 24 rebotes y repartido 10 asistencias en un partido contra los Chicago Bulls. Un colosal logro que no alcanzaba nadie, nada más y nada menos que desde 1972, cuando un jovencito Kareem Abdul-Jabbar anotó 44 puntos, atrapó 20 rebotes y repartió 11 asistencias. Un logro así solo se ha registrado 10 veces en toda la historia de la NBA; Wilt Chamberlain en 6 ocasiones, Oscar Robertson, Elgin Baylor y Kareem Abdul-Jabbar 1 vez cada uno... y DeMarcus Cousins el otro día.
Se dice a menudo que en la NBA ya hace mucho tiempo que no hay superpívots al nivel de los de antaño, que el último fue Shaquille O'Neal, pero en realidad ha habido uno, DeMarcus Cousins, solo que una combinación de mala suerte, cabecita loca y mala prensa no ha permitido que se le otorgara el caché que realmente merece.
Recupérate, DeMarcus, el baloncesto necesita un pívot como tú.