viernes, 1 de marzo de 2013

Face to face 09: Reggie Miller & Robert Horry... Y el clutch shooter

Tras un mes de Febrero, como es habitual en Fo Fo Fo, dominado por entradas relacionadas con el Black History Month, retomamos la serie "Face to face" donde la habíamos dejado, justo a mitad del tema "factor clutch"...

Si en el anterior capítulo de esta sección tocábamos el tema de las máquinas de matar perfectas, de aquellos jugadores, casi semidioses, capaces de cualquier cosa con un balón en las manos en los últimos instantes de un partido igualado (los clutch scorers), hoy vamos a centrarnos en los meros mortales... Pero no en mortales cualquiera, no, sino en auténticos killers, los clutch shooters. Jugadores sin esa capacidad, solo al alcance de un puñado de elegidos, para materializar las cosas que han realizado tipos como Jordan o Kobe, pero con un instinto asesino igual de letal y con unos porcentajes de tiro que, al contrario de lo que es habitual en el 99 % de los mortales, mejoran cuando sus tiros son lanzados en momentos complicados, finales de partido apretados o simplemente de ellos depende el transcurso de una eliminatoria de playoffs o directamente una temporada.

En esta categoría de los clutch shooters, podemos encontrar jugadores de muchas clases distintas, desde meros especialistas o jugadores ciertamente unidireccionales, como Steve Kerr o Derek Fisher, hasta verdaderas estrellas, como Larry Bird o Ray Allen (ambos a caballo entre el clutch shooter y el clutch scorer), pero en mi humilde opinión nadie ha representado mejor la esencia del clutch shooter a lo largo de la historia de nuestro deporte como Reginald Wayne Miller y Robert Keith Horry Jr.





Hablar de Reggie Miller y Robert Horry es hablar de instinto asesino, de jugadores que se crecen en los instantes finales y en los momentos decisivos, de pulsos de acero, que jamás tiemblan... En definitiva, de "natural born killers". El caso de Robert es especialmente espectacular, puesto que exceptuando sus primeros años en los Rockets, donde era titular y gozaba de mayor protagonismo, fue un jugador que durante la temporada regular aportaba bien poco a sus equipos, para pasar a ser absolutamente letal en playoffs y muy especialmente en los partidos más importantes y decisivos; decididos, muchos de ellos, gracias a triples de Horry en los instantes finales.

Lo cierto es que en este caso hablamos de dos jugadores que jugaban en posiciones bastante distintas, aunque ambos con peculiaridades muy especiales. Reggie era un escolta con un físico bastante atípico para la NBA; muy delgado, nunca ganó músculo como suele ser habitual en la mayoría de jugadores tras su llegada al baloncesto profesional... Pero tampoco lo necesitó, pues sus mejores bazas eran el instinto asesino más puro y uno de los mejores tiros exteriores que ha visto la historia del baloncesto. Robert, por su parte, comenzó su carrera profesional jugando de tres (en aquellas épocas lo llamaban el "Pippen del Oeste"), para pasar posteriormente a ocupar la posición de cuatro; aunque un cuatro un tanto falso, puesto que su juego ofensivo siempre fue el de un tres y sus principales bazas el tiro de tres y una extraordinaria templanza en los lanzamientos decisivos.

Si el partido está igualado y a falta de pocos segundos para que suene la bocina, el equipo rival está moviendo el balón tratando de buscar una buena opción de tiro, procura con todas tus fuerzas que el balón no llegue a manos de Reggie Miller o Robert Horry, pues de lo contrario la sentencia de muerte quedará dictada... Y ya no quedará tiempo más que para las lamentaciones.

15 comentarios:

costalgaraldals dijo...

Vaya par de aniquiladores ¡¡¡
Siempre he tenido una sensación de alegría con los tiros finales de Reggie ... en canvio con los de Roberto, me "cagaba en di.." lieralmente, lo maldecia una y otra vez. Sobretodo ese triple contra los Kings.

Mo Sweat dijo...

Saludos, Costas.

¡No me hables de aquel triple!... De aquel aciago día en que Horry, con un triple brutal tras caerle el balón en las manos por casualidad, fulminó al que en aquellos momentos era el mejor equipo de baloncesto del mundo y les negó la gloria eterna. XD

Al año siguiente, cuando todavía estaba más claro que eran el mejor equipo del mundo, se lesionó su mejor jugador en plenos playoffs... Una terrible lástima.

Anónimo dijo...

Maverik says,

Estoy con Costalgaraldals. Supongo q Miller nos gustaba pq no era un "superhombre" sino más bien todo lo contrario. Era un tipo normalito con un don para jugar al baloncesto. Miller era la estrella de su equipo. En cambio Horry siempre dió la sensación de ser un tipo mediocre... q se crecía en los momentos decisivos. Eso y q encima jugaba en equipos odiados (los Lakers del artículo 34, los Spurs de Bowen, etc).

Aun así, si se habla de clutch shooter, un servidor se quedaría con Larry Joe Bird. ¡The Legend era clutch shooter hasta en los concursos de triples!

Saludos cracks

Mo Sweat dijo...

Saludos, Mav.

Salvando ciertas distancias, el caso de Miller es como el de Iverson, tipos con un talento absolutamente espectacular, capaces de ser estrellas en la NBA sin tener que muscular su físico como la inmensa mayoría.

A Larry Legend no lo he puesto, que podría haberlo puesto perfectamente, básicamente por un motivo: por ser más un clutch scorer que un clutch shooter, pues Larry podía anotar y aniquilar desde cualquier punto de la cancha y con cualquier tipo de tiro; era un anotador total, no un tirador, a pesar de ser también uno de los más grandes tiradores de todos los tiempos... Supongo que con esas premisas ha quedado un poco entre dos tierras, entre el clutch scorer y el clutch shooter, lo cual no quiere decir que no obtenga su reconocimiento en una futura entrega de esta sección, la dedicada al tirador puro.

Jorge (alerotirador) dijo...

Vaya parejita.

Si bien Miller las clavaba así en cualquier momento de la temporada, Horry "sólo" lo hacía en playoffs. Como decía Montes, se le subía la bilirrubina... :)

Con ellos en pista sabías que si les llegaba la bola importante ya podías mirar para otro lado que la enchufaban.

Grandes recuerdos.

Saludos.

Fat Lever dijo...

Pues yo me quedo con Robert Horry. Miller era una estrella, el equipo jugaba para él y esperaban su tiro, mientras que el bueno de Horry pasaba por allí y se tiraba ese triple ganador, casi sin venir a cuento y con esa pinta de perezoso que tenía. Un saludo.

Pasiego dijo...

A Miller le llamaría el " francotirador elegante " , es el típico jugador de relumbrón que no olvidas , un jugador original . Me parece bien reivindicar los nombres , Horry era muy bueno . Una pena lo de Piculin , espero se recupere y tenga calma .
Saludos

Mo Sweat dijo...

Saludos, Jorge.

Will Smith, como también lo llamaban Montes y Daimiel... Si señor. ¡Vaya crack!

Saludos, Fat.

Es que creo que ahí es donde radica gran parte de su grandeza; esa cara de tranquilidad, esa sensación de que estaba por ahí viviendo del cuento, sin apenas aportar nada en toda la temporada, para luego llegar y meterte los tiros decisivos en tu cara... Un jugón.

Mo Sweat dijo...

Saludos, Pasiego.

Más elegante que espectacular, sin duda, como otros grandes tiradores/anotadores de corte fino, tipo Gervin, English, Allan Houston...

Lo de Piculín es increíble, sí, pero por desgracia no es el único caso de este tipo que se ha dado a conocer en atletas de élite en los últimos tiempos... En fin, ídolos con pies de barro...

Chuck dijo...

Hola! Siempre que se habla de clutch shooter aparecen los nombres de estas y otras estrellas por todos recordados... pero, siempre nos falta el dato más importante: el % de acierto en ese último tiro registrado a lo largo de la carrera del jugador... un dato de vital importancia para establecer una correcta e imparcial valoración de lo que es un auténtico killer, no crees?
No es lo mismo decidir un partido en el último tiro con un acierto (acumulado en la carrera del jugador) de 10 de 15 que otro con un 33 de 55...

Saludos!



Mo Sweat dijo...

Saludos, Chuck.

Interesante, si señor. Aunque desconozco si existe una estadística de estas características; en la actualidad no dudo que se podría realizar de cualquier jugador, pero dudo que puedan existir datos sobre todos los partidos de la carrera de, por ejemplo, Jerry West, u otros jugadores de aquella época donde se retransmitían pocos partidos por TV y donde no existe imagen alguna de, por ejemplo, el partido de los 100 puntos de Chamberlain.

costalgaraldals dijo...

Creo que una vez leí sobre esta estadística... pero estaba realizada conjugadores de hace unos pocos años.
Siento no recordar más ...

Mo Sweat dijo...

Yo creo recordar una comparación de este tipo entre Jordan y Kobe, con todos los partidos de sus respectivas carreras resueltos con tiros suyos en los últimos instantes. Se habló de ello, creo, el día en que Kobe superó a Michael en número de buzzer beaters hace un par de años más o menos.

Saludos.

Nique_is_better dijo...

Interesante post, Mo.

Ante todo hay que reconocer que son dos especies totalmente distintas de jugadores: como bien habeis escrito, Reggie Miller era jugador franquicia y Robert Horry decidió convertir-se en especialista.

Sobre Reggie Miller, para mí, era de esos jugadores que conseguía al mismo tiempo la animadversión y el respeto mas claro por parte de cualquier hinchada rival. Le iba el pique, el que la gente se le echase encima. Cuanto más, mejor. Creo que consiguió traspasar el "muro del anillo", es decir, no ser valorado por qué titulos-premios obtuvo sino por él mismo como jugador. Sus highlights se han visto una y mil veces, y muchas creo que por ellas no pasarán los años.

Respecto a Horry, empezó en Houston como 3-4 que jugaba de fuera hacia dentro, con buenos números pero sín dejar de ser uno de los muchos buenos aleros que había en la liga. Yo creo que inteligentemente, no se si él mismo o bien aconsejado, se fué reconvirtiendo en un jugador de intangibles, de llenar las lagunas del equipo, aportando siempre donde y cuando hacía falta. Quizás también aprovecho ese nuevo rol para conseguir alargar su carrera sín un excesivo desgaste físico/mental: lo que se esperaba de él, casí siempre respondía cuando realmente hacía falta, y si no, tampoco caian sobre él grandes críticas ni pullas pués para eso ya estaban las estrellas del equipo. Relativamente poco riesgo y mucho a ganar. Creo que vió que como alero anotador/1ª-2ª opción de ataque tocó techo y supo reconvertir-se a jugador de play-offs.

Saludos

Mo Sweat dijo...

Gracias, Nique.

Muy interesante lo que comentas de The Killer Miller, sin duda sus highlights (tu sabes mucho de "hombres de los momentos salientes") no pasan de moda, pues no son mates que puedan ser superados en elegancia, saltos que puedan ser superados en potencia o movimientos que puedan ser superados en explosividad, sino tiros certeros de asesino nato que siempre daban en el blanco con una precisión letal... Un jugador único.

Saludos.