Mucho se puede filosofar sobre estos play-offs de la NBA que hemos podido vivir recientemente. Han pasado muchas cosas y si nos extendiéramos también a la primera y a la segunda ronda, las cosas sobre las que hablar y filosofar aumentarían bastante con equipos como los Boston Celtics y sus dos impresionantes eliminatorias a siete partidos (con varias prórrogas incluidas) frente a Chicago y Orlando y sin Kevin Garnett; o los Spurs de San Antonio y su triste eliminación en primera ronda después de tantos años y sin un Manu Ginóbili que ha demostrado que actualmente es la auténtica alma del equipo. Pero como hemos dicho antes, nos centraremos en las Finales de Conferencia y en la gran Final de la NBA.
Los cuatro equipos que llegaron a las Finales de Conferencia de esta temporada 2008-09, representan cuatro maneras muy diferentes de entender el baloncesto; son cuatro equipos muy distintos entre si, con entrenadores muy diferentes y con filosofías de juego bastante opuestas.
Los Denver Nuggets eran un equipo con jugadores de talento, pero totalmente desbocados y sin rumbo fijo, algo que la presencia de Allen Iverson ayudaba a exagerar; pero a principios de esta temporada y de forma bastante inexplicable para muchos, los Nuggets traspasaron a Allen a los Pistons y recibieron a cambio a Chauncey Billups; con esta operación se quitaban de encima a uno de sus principales jugadores (junto a Carmelo Anthony) y uno de los tres más anárquicos del equipo, a cambio de un base All-Star, mucho más cerebral y jugador de equipo... ¡¡y como cambió el equipo!!. Parece mentira que un solo jugador haya podido cambiar tanto a este equipo y a su filosofía sobre la cancha; al fin y al cabo recordemos que el entrenador (George Karl) sigue siendo el mismo de los últimos años; pero así ha sido. Tras la llegada de Billups, los Nuggets dejaron de ser un equipo a la deriva, que como mucho llegaba a clasificarse para los play-offs, pero que no pasó nunca de primera ronda y que encima, sus principales defectos (anarquía absoluta, baloncesto descontrolado y falta de motivación en algunas ocasiones) tendían a ir en aumento. Fue un cambio radical; de repente Carmelo Anthony aprendió a jugar en equipo, Kenyon Martin se centró más de lo que acostumbraba en los Nuggets, Nene Hilario y Chris Andersen jugaban el mejor baloncesto de sus carreras y J. R. Smith encontraba su lugar bajo el sol; y todo por culpa de un base como la copa de un pino, un ganador nato y un auténtico líder como es Chauncey Billups.
Los Angeles Lakers venían de una temporada anterior espectacular en la que el fichaje de Pau Gasol a mitad de temporada cambió tanto al equipo como Billups a los Nuggets en esta. Con la derrota en la anterior Final de la NBA entre ceja y ceja, los Lakers empezaron esta temporada con instinto asesino, pero su juego basado más en el talento que en la defensa y algún que otro pequeño bache en algunos momentos de la temporada, provocaron que los más desconfiados hicieran saltar las alarmas, tachándolos de equipo inconsistente, blando en defensa y con poco instinto asesino. Pues bien, pese a que en algún momento tal vez hayan pecado de ir un poco de sobrados y de perdonar la vida a varios equipos, a la hora de la verdad siempre han respondido, cuando se han enfrentado a sus máximos rivales o cuando ha llegado la hora de la verdad, han demostrado que esas acusaciones eran infundadas y que jugando a ba-lon-ces-to son los mejores. Más que inconsistentes o irregulares, los Lakers han sabido dosificarse y actuar como los grandes campeones (¿tendrá algo que ver Phil Jackson?), yendo de menos a más y matando sin piedad solo cuando era necesario. Un dato muy importante y que revela claramente la diferencia entre estos Lakers y los de la temporada pasada; en los play-offs del año pasado, fueron de más a menos, arrasando a los Nuggets en primera ronda, sufriendo un poco con los Jazz en segunda y venciendo más facilmente de lo que parecía a los Spurs en las Finales de Conferencia, para terminar perdiendo la Final (donde llegaron completamente fundidos) contra los Boston Celtics. Mientras que en estos play-offs, vencieron en primera ronda a los Jazz, pero no tan fácilmente como a los Nuggets el año anterior, sufrieron mucho contra los Rockets en segunda ronda y disputaron unas Finales de Conferencia contra los Nuggets muy duras (aunque mejor resueltas que la eliminatoria anterior), para terminar ganándoles la gran Final a los Orlando Magic por 4-1; de menos a más, todo lo contrario que el año anterior.
Pasando al Este nos encontramos a unos Cleveland Cavaliers que han arrasado en temporada regular, que han visto a su máxima estrella, LeBron James, tocar el cielo y acercarse al Olimpo de los más grandes de todos los tiempos y que con el fichaje de Mo Williams parecían completos, preparados para ganar el anillo... pero algo falló; arrasaron a los Pistons y a los Hawks en primera y segunda ronda respectivamente, pero en las Finales de Conferencia se toparon con un equipo compensado, con grandes tiradores, con el mejor pívot de la temporada y con un gran juego de equipo; los Orlando Magic y ahí fue que salieron a relucir todas sus carencias. Cuando los Cavs se han enfrentado en el momento de la verdad a un rival como los Magic, es cuando se ha demostrado que no son un equipo tan poderoso como parecían y que en el fondo se podrían resumir como una copia deficiente de los Chicago Bulls de los 90. Han tratado de construir un equipo alrededor de LeBron parecido al que se construyó alrededor de Michael Jordan; LeBron la gran estrella y el centro de todo el juego (ejerciendo incluso de base en muchos momentos), mucho tirador alrededor, ningún base puro, mucho fajador y gladiador pero sin un center determinante..... pero se han olvidado de dos cosas; primero que en este equipo no hay ningún Scottie Pippen y segundo que Mike Brown no es Phil Jackson.
Los Orlando Magic han sido lo opuesto a los Cavs; en la regular season confirmaron al mundo que ya son uno de los mejores equipos de la liga, pero en ningún momento llegaron a hacer creer a los aficionados que serían capaces de ganar el anillo, ni de vencer a la hora de la verdad a Cavs, Lakers o Celtics, pero en los play-offs han dado un paso al frente y (a diferencia de Cleveland) han realizado un gran juego de equipo. Pese a contar con jugadores con tanto talento individual como Turkoglu, Rashard Lewis, Jameer Nelson (al que supieron sustituir perfectamente con Rafer Alston tras su lesión) o el poderoso Dwight Howard, siempre han jugado un baloncesto de equipo muy inteligente, donde la polivalencia de Turkoglu y Shard Lewis ha dado muchos matices, o lo que es lo mismo, muchos problemas para sus rivales. El principal problema que se les ha visto en estos play-offs (al menos en mi opinión) han sido los problemas que tuvieron para eliminar a unos mermados Boston Celtics en segunda ronda y a siete partidos; la verdad es que de haber estado Kevin Garnett en las filas de los verdes, dudo mucho que los Magic hubieran pasado de segunda ronda. De todas maneras, Dwight Howard (pese a su tremendo nivel defensivo y reboteador) aún es un diamante en bruto y de conseguir mejorar sus fundamentos técnicos en ataque y sobretodo su movimientos de espaldas al aro, puede convertirse en alguien totalmente indefendible; el problema es que por ahora (y pese a contar con Patrick Ewing como profesor) aún está muy verde en esos aspectos, algo que ha quedado patente en la gran final al ser defendido por Pau Gasol, un jugador menos fuerte y explosivo que él, pero mucho más inteligente y técnico. Me sorprendió ver como en algunos pronósticos de la final se decía que Howard iba a causar auténticos estragos a los Lakers si tenían que defenderle Pau y Bynum; Pau ya ha demostrado en algunas ocasiones en la regular season que por técnica, velocidad e inteligecia baloncestística podía sacar del partido a Howard.
Y llegamos al cruce de filosofías; las Finales de Conferencia. El espectacular talento bruto y desatado de los Nuggets, bien guiado y encauzado por Billups, triunfó hasta aquí, pero su aventura terminó al toparse con los Lakers, con el duo Bryant-Gasol, con la polivalencia de Lamar Odom y con la dirección desde el banquillo del que ya se puede considerar el mejor entrenador de la historia de la NBA (con permiso de algún otro); Phil Jackson.
En el Este, los Orlando Magic dieron una auténtica lección de baloncesto en equipo a los Cleveland Cavaliers, que a su vez, exhibieron más que nunca su estilo anárquico y sobrecargado en demasía en el talento de LeBron James. Fue el triunfo del baloncesto de verdad frente al anarquismo desmesurado que tantos estragos ha causado en los últimos años al baloncesto americano (USA Basketball incluida).
Y llegamos a la Gran Final de la NBA; por el camino se quedaron el inmenso talento individual de LeBron y el cúmulo de talento desatado de los jóvenes y descarados Nuggets; una prueba más de que en el baloncesto no todo es talento puro y duro, hace falta algo más... y ese algo más es lo que ha llevado a la final a los Magic y a los Lakers. Con ese algo más me refiero a la clase y la templanza de Hedo Turkoglu, a la polivalencia y al saber estar de Rashard Lewis, al inmenso poder reboteador y taponador de Dwight Howard y a su inteligencia y sobriedad, que lo hacían ser consciente de sus limitaciones en ataque frente a Pau, hartándose a sacar balones fuera; y por supuesto a la capacidad de conjuntar todas estas piezas mas otras como Lee, Alston y Pietrus y hacer que todo funcione de Stan Van Gundy en el caso de los Magic. Y por los Lakers, el inmenso talento individual de Kobe Bryant (MVP's aparte, el mejor jugador de la NBA de los últimos años) aderezado con una mayor madurez mental, el enorme talento también (aunque no siempre suficientemente reconocido) de Pau Gasol y especialmente su capacidad para sacrificarse por el equipo, la versatilidad de un todoterreno como Lamar Odom, la inestimable ayuda en ambos lados de la cancha de Trevor Ariza y el liderazgo sobrio y espiritual desde el banquillo del gurú, Phil Jackson (ya son 10 anillos los que le contemplan).
Mucha clase en ambos equipos y un factor determinante que fue lo que decantó la balanza para los Lakers; la experiencia de dos superclases como son Kobe y Pau, curtidos en mil batallas y acostumbrados a jugar finales (sean NBA o FIBA); porqué no nos engañemos, pese al 4-1 final, dos de los partidos se decidieron en la prórroga a favor de los Lakers y solo la experiencia y la templanza de los angelinos (Derek Fisher incluido) lograron que la final no llegara a siete partidos.
Y una última cosa para terminar; hurgando en la filosofía de los campeones, encontramos lo que ha sido la auténtica clave de esta final, ni más ni menos que la propia filosofía de uno de sus jugadores, Pau Gasol. La filosofía de Pau es un ejemplo para muchas estrellas jóvenes que quieren comerse el mundo a base de individualidades; el baloncesto es un juego de equipo y aunque en la NBA sea necesario el talento individual, este solo alcanza su máxima expresión cuando es debidamente encauzado y en ocasiones sacrificado en beneficio del equipo, aunque siempre preparado para emerger en los momentos más importantes y sobretodo si es dominado por la templanza de un ganador nato y un jugador capaz de pasar antes que de tirar, de darlo todo en defensa pese a tener que jugar 40' por noche y de saber dosificarse en ataque para poder estar al 100% en los minutos decisivos de los partidos; y Pau ha dado un clínic de todo esto...
16 comentarios:
el último parrafo es una verdad como un templo, me parece que no se podría explicar mejor. Tambien me ha gustado el efecto Billups en los Nuggets, estoy muy contento por los Nuggs ... y por Carmelo, lo veia camino de otra franquicia.
La verdad es que, saliendo de la nube y viendo los playoffs desde fuera, han sido unas series extrañas.
Lo mejor lo deparó la primera ronda (Celtics-Bulls..antológica), donde cayeron con facilidad dos equipos que no caen con facilidad jamás, como Pistons y Spurs.
A partir de ahí, reseñaria la combativa actitud de los Rockets y los Celtics y la marcada de paquete de Denver, ojo con ellos la próxima temporada.
Cleveland a escenificado perfectamente "Más dura será la caida" y me preocupa que no hayan aprendido la lección. La simplista y ramplona solución de fichar a Shaq (no me malinterpreteis, es un gran fichaje)me parece de Pepe Gotera total.
Como bien argumentas, Mo, el mensaje más importante que han transmitido los Lakers no es que Kobe es mejor que Lebron o cualquiera de esas zarandajas que la NBA se empeña en inventarse.
Los duelos Wilt-Bill, Larry-Magic, Jordan-Pistons, Celtics-Lakers...se dieron por generación espontanea. Como el ascenso de los mitos a lo que son. El resto es teatro, marketing y gaitas.
En estas finales ha triunfado el juego en equipo y el talento de grupo. Con un lider definido (Jackson, aunque le de por echar balones fuera), un ejecutor despiadado (Kobe) y un "hombre-pegamento" que, si hubiese conseguido tres canastas más en el 5º partido, se hubiese postulado claramente como MVP. Para mi lo ha sido. Hablo de Pau, por descontado.
Si los Cavs, Mike Brown y Lebron quieren resumir el tema en "Howard fuerte, nosotros perder...fichar Shaq, entonces ganar", entremos pues en la dinámica de que Kobe es el nuevo Jordan, Gasol no se atreve a tirar, Jackson es Cristo Redentor y todo eso que tanto gusta en EEUU.
Saludos Big Mo.
"Hombre-pegamento"... Esa idea la has leido en algún lado?? Me suena, me suena...
Coincido con MoSweat en algunas cosas, pero pero difiero en conceptos importantes:
Decir que Lebron es el alma de los Cavs no es nada nuevo, pero tampoco es plan de menospreciar al resto de sus compañeros. Durante la temporada regular han demostrado que pueden rendir a un buen nivel, y asociarse bien con James. Que equipo tenia el mejor balance de LR??
Y por en un pedestal a Phil Jackson sólo por sus anillos es algo injusto. Soy de los que piensa que la principal virtud de Jackson en toda su carrera es la de no restar al grupo. Todas sus estrellas han rendido siempre a un magnífico nivel, y han funcionado bien juntas (salvo el duelo Kobe-Shaq al final del matrimonio). En cuanto a aspectos tecnicos, deja mucho de desear. Es un poco tipo Del Bosque, que no hace peores a sus jugadores, pero le cuesta un trabajo horroroso interpretar las circunstancias puntuales del partido para realizar cambios.
¿Merito? Si, el justo. Y una flor (de loto) increible en culo para que todo le salga de cara.
Saludos
Pegamento creo que sólo hay uno y se llama Gattuso! jaja Muy buen artículo. A los Cavs les faltará un pivot pero a los Lakers les falta un base como el comer, a pesar que Fisher metiera aquellos 2 triples (ante un Nelson apático).
Pues yo discrepo bastante con el amigo Pirri. Una flor en el ojal seria un anillo...dos..pero ¿10?
Desde luego, Jackson no utiliza sistemas complejos, más allá del triangulo ofensivo. Un sistema que comprende dos ejes fijos (Pippen-Jordan, Shaq-Kobe, Kobe-Pau) y uno variable. Y es este el que llama la atención.
Jackson ha ganado 10 anillos sin un playmaker. Ni Paxon, ni Kerr, ni Armstrong, ni Fisher...
Con jugadores importantes en sus sistemas totalmente inservibles para otros (Longley, Wennington, Buechler, Perdue, Randy Brown, Corey Bluount, Medvedenko, Devean George...).
Incorporando a Cruella de Vil cuando estaba totalmente desmelenada y las liaba pardas en los Spurs. (tambien tuvo a Denis Hopson, Bison Dele, Isiah Rider...)
Apostando por el talento de Kukoc.
Convirtiendo en expertos de la intendencia a anotadores como Cartwrigth o Ron Harper.
Son 10 anillos...que se dice pronto. Y si, ha tenido a Jordan y a Shaq...pero miremos las plantillas con las que ganaba Auerbach.
Supongo que en un clinic, tendrian más que aportar Pops, Sloan, Don Nelson o infinidad de Coach universitarios ...si me apuras europeos incluso. Pero para armar un equipo campeón y ganar la NBA más de una vez, hace falta ese punto que solo tienen los Riley, Auerbach, Daly...o Phil Jackson.
Saludos y Draft :P
Saludos, Costas.
Estoy de acuerdo contigo sobre lo del efecto Billups. Chauncey es uno de esos jugadores que pese a reconocer que son buenos, nunca me ha dicho nada; podía jugar muy bien en Detroit, pero a mi nunca me motivaba demasiado verlo... pero esta temporada ha sido de chapeau y debo reconocer que ha demostrado al mundo su enorme valor como base y como líder nato; un auténtico crack.
Saludos, Mr. Naismooth y Pirrimarzon... al trapo...
La verdad es que Phil Jackson ante todo es un psicólogo (como siempre fue también Pat Riley) y da la sensación de que pesa más ese aspecto que no las cuestiones técnicas, pero es imposible conseguir 10 anillos de la NBA sin tener una cierta calidad técnica.
Es un gran psicólogo porque prefiere recomendar libros a los jugadores antes que pegarles una gran bronca o humillarlos en plan sargento de hierro como hacen algunos entrenadores y precisamente eso es lo que yo más admiro de él. Yo siempre he sido bastante contrario al típico sargento de hierro al estilo Ivanovic; por una razón básica, que yo, por mi manera de ser no respondo bien a este tipo de entrenadores, simplemente prefiero el estilo Phil Jackson. Un tipo que trate de corregir tus errores de forma filosófica es un maestro, un gurú y si tú eres un tipo inteligente responderás positivamente y aprenderás de él, mientras que un tipo que se limite a pegarme chillidos y a tratar de humillarme si tengo un mal día, lo único que puede sacar de mí es lo que le hizo Sprewell a Carlesimo o como mínimo que lo mande a la mierda...
Por esas razones (tal vez un tanto personales), admiro mucho a Phil Jackson y la verdad es que entrenar a Jordan o a Kobe puede ser relativamente fácil, pero ser el único entrenador que ha existido capaz de controlar totalmente a Rodman (tras su cambio de personalidad), tiene muchísimo mérito.
Sobre lo de los Cavs, es cierto que han sido el mejor equipo de la regular season, pero la historia ha demostrado que no siempre el mejor equipo de la r.s. es el campeón o el mejor de los play-offs. Casos recientes como el de Dallas lo confirman y los Cavs han desarrollado un juego muy anárquico que a la hora de la verdad ha resultado muy predecible para un equipo tan compensado como los Magic.
A ver que pasa la temporada que viene con Shaquille en el equipo...
Saludos y gracias, Cajón Cubano.
La verdad es que sí, pero como Phil Jackson jamás ha entrenado a ningún equipo con un base decente no se que pensar; simplemente no lo quiere para sus sistemas.
Llegó a jugar con Ron Harper de "base" y algunos de sus típicos bases han sido básicamente tiradores sin demasiada visión de juego, como Paxson, Armstrong, Kerr o el propio Fisher; simplemente tiradores.
No creo que ahora vaya a por un playmaker típico.
Me ha encantado tu análisis.
En cuanto al tema de Phil Jackson, ha demostrado a lo largo de los últimos 20 años ser un excelente gestor de grupos. Ha sido capaz de hacerse cargo de equipos (Bulls, Lakers) con grandes estrellas pero que no eran capaces de sumar títulos, y convertirlos en campeones. Ha conseguido que la mayoría de jugadores que han estado bajo sus órdenes hayan dado el máximo rendimiento. Ha armado auténticos equipos de especialistas entorno a grandes estrellas (Jordan, Shaq, Kobe). Es un gran motivador.
Un saludo.
Saludos, Gladiadorturolense y gracias.
Pues sí, la verdad es que si eso te sale bien con un equipo puede ser cuestión de suerte, pero que lo consigas con los Bulls de la era Jordan, con los Lakers de la era Shaq-Kobe y ahora con los Lakers de la era Kobe-Pau debe ser algo más...
Y yo no le he negado la valía a Phil Jackson en ningún momento. Por supuesto que nadie le ha regalado esos 10 anillos. Pero hablo de la flor en el culo del tío Phil porque es una persona capaz de sacar provecho de las situaciones más controvertidas durante los partidos, y no siempre por su capacidad de decisión: ahora mismo recuerdo la canasta de Fisher, los triples de Horry (me duele especialmente), el robo con falta de Jordan a Malone, los tiros libres de Howard. Y todo esto así de bote pronto...
De acuerdo, que son 10 títulos, pero cada uno de ellos ha tenido su historia particular, y no siempre se ha visto en ellos un equipo entrenado por Jackson que sea dominante y claramente favorito. Este año, por ejemplo, no habría sido de extrañar un 3-1 a favor de Orlando. Trabajo?? Sí, pero suerte también.
Saludos
PD: Por cierto Mo, no sé si prepararás monográfico, pero si hay alguien que merece un artículo musical, ese es Michael. DEP
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Pau ha dado un recital de juego de equipo en esta final, tanto en defensa como en ataque, y eso es algo de lo que debemos estar muy orgullosos. Con respecto al tema de Phil Jackson, yo pienso que no es casualidad que tenga 10 anillos, y que su mérito debe de tener, sobre todo destacaría su enorme facilidad para manejar grupos y la rara virtud de sacar petróleo de jugadores realmente limitados como Perdue, Scott Williams, Stacey King, Devean George,Tyrone Lue..., jugadores de medio pelo que sin embargo con él sumaban, y de qué manera. Además, también destacaría, como habéis hecho, el que fuera capaz de domar a Dennis Rodman, ya sólo por eso merecería un lugar en la historia.
Con respecto a los Denver Nuggets y al efecto Billups, me gustaría destacar que el equipo que suelta a Allen Iverson siempre mejora, y al contrario sucede con el equipo que lo recibe. Por ejemplo, sus Sixers de la última época eran un equipo desahuciado, con un récord penoso; sin embargo, con la llegada de Andre Miller empezaron a jugar más equipo y todos los jugadores fueron creciendo, y hoy en día Philadelphia es un equipo que opta a entrar en play offs... los Nuggets sin embargo al recibir a Iverson, no mejoraron, más bien al contrario, y lo mismo ha ocurrido en este traspaso entre Detroit y Denver, los Nuggets han dado un paso al frente y han llegado a la Final de Conferencia, mientras que los Pistons que eran carne de Final de Conferencia habitualmente, este año se han quedado en primera ronda, yo creo que lo de Iverson, al igual que lo de Phil Jackson no es ni mucho menos casualidad.
Ahí si que te doy la razón, Pirri, aquel maldito triple de Horry si que fue suerte... ¡¡maldito triple!!, ¡¡aaarrgghhh!!, ja, ja, ja, ja. Ahí si que salió a relucir la suerte del campeón (entre otras cosas), ya que el mejor equipo de ese año fueron los Sacramento Kings.
Saludos, Marc Calduch, oído y apuntado...
Saludos, Jaime.
La verdad es que Iverson está empezando a tener una etiqueta de maldito que difícilmente se va a quitar de encima y es que sus experiencias en Denver y Detroit han sido bastante decepcionantes.
Ha sido un superclase, pero su juego anárquico llevado al límite por los sistemas de Larry Brown en su etapa dorada en Philadelphia no le ha hecho ningún gran favor aparte de amasar puntos y puntos en sus estadísticas.
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