El rebote defensivo, como comentamos en el anterior post, es un arte muy distinto al ídem ofensivo, pues por más que en ambos casos se trate básicamente de capturar el balón tras tiros a canasta fallados por uno u otro equipo, la realidad es que las características fundamentales del arte de rebotear varían mucho del uno al otro, siendo, por lo general, el prototipo de gran reboteador defensivo, un perfil de pívot muy grande, a ser posible también de gran envergadura, y con buenas cualidades/actitud defensivas, en contraposición al perfil de gran reboteador ofensivo, donde prima en mayor medida el ser muy agresivo, incisivo y más inteligente y talentoso que grande y poderoso (como bien demuestran los casos de Moses Malone y Dennis Rodman e incluso el de Charles Barkley).
Pero aunque un gran tamaño conjugado con cierto talento baloncestístico prácticamente te pongan en bandeja el llegar a ser un buen reboteador defensivo (Chamberlain, Jabbar, Gilmore, O'Neal...), existe otro tipo de grandes reboteadores defensivos que, a pesar de cierta capacidad atlética, no encaja en este grupo de cincos realmente enormes y con un físico privilegiado... Me refiero a los luchadores natos (lo cual los emparenta un poquito más que en el caso del grupo anterior con los grandes dominadores del rebote ofensivo); jugadores con una mentalidad defensiva (y colectiva) sin igual y con una capacidad de lucha inagotable... Y en este grupo probablemente nadie haya brillado tanto a lo largo de la historia del baloncesto como Karl Malone, Kevin Garnett, Dave Cowens y los dos nombres que finalmente nos ocupan... William Felton Russell y Westley Sissel Unseld.
Bill Russell y Wes Unseld, dos pívots no muy altos (Unseld mucho menos que Russell, con apenas dos metros justitos... Si llegaba) , poseedores de una tenacidad tremenda y una capacidad de lucha sin igual, y jugadores de equipo por encima de cualquier otra cosa, pues en ambos casos llegaron a convertirse en leyendas vivas del baloncesto sin esa mentalidad típica y tópica que caracteriza a una inmensa mayoría de estrellas de nuestro deporte (véase individualismo, cierto interés por los logros y estadísticas personales, etc...). Tanto a Bill como a Wes les importaban muy poco sus estadísticas, si anotaban más o menos en ataque, si jugaban bonito o no... En su cabeza solo existían dos premisas: triunfo y sacrificio en pos del equipo. No en vano, aparte de ser excelsos reboteadores, probablemente sean los dos mejores jugadores que ha visto la historia del baloncesto sacando el primer pase de contraataque tras rebote defensivo. Cuando algunos entrenadores hacen hincapié a sus jugadores de la importancia de caer mirando ya al base o a cualquier hipotética vía de pase de contraataque tras capturar un rebote en su propia canasta, deberían ponerles siempre, repito, siempre, vídeos de estos dos fenómenos del rebote defensivo.
Entre tantas similitudes entre Russell y Unseld, probablemente solo podamos encontrar una cualidad que los diferencie claramente: el físico, mucho más atlético y ágil en el caso de Russell. Bill medía 2,08 m., una altura nada espectacular si se compara a los otros grandes centers de la historia del baloncesto, pero que en su época, la década de los 60, sí que lo situaba entre los pívots altos de la competición. Además contaba con unas cualidades atléticas privilegiadas (en la foto queda bien patente) que combinadas con todo lo anteriormente mencionado, lo convirtieron en uno de los jugadores más importantes e influyentes de todos los tiempos y en el jugador que ha ganado más anillos de la historia de la NBA. Unseld, por su parte, con dos metros justitos, unas cualidades mucho menos atléticas y un corpachón casi más ancho que alto, era como una especie de muro inamovible donde se estrellaban una y otra vez los pívots rivales cada vez que trataban de ir a por un rebote en ataque.
Bill Russell y Wes Unseld, dos físicos muy distintos, pero una misma mentalidad de equipo... Una mentalidad difícil de encontrar hoy en día, al menos a estos niveles, y que es uno de los ingredientes fundamentales para lograr el éxito para tu equipo, es decir, el triunfo.
Pero aunque un gran tamaño conjugado con cierto talento baloncestístico prácticamente te pongan en bandeja el llegar a ser un buen reboteador defensivo (Chamberlain, Jabbar, Gilmore, O'Neal...), existe otro tipo de grandes reboteadores defensivos que, a pesar de cierta capacidad atlética, no encaja en este grupo de cincos realmente enormes y con un físico privilegiado... Me refiero a los luchadores natos (lo cual los emparenta un poquito más que en el caso del grupo anterior con los grandes dominadores del rebote ofensivo); jugadores con una mentalidad defensiva (y colectiva) sin igual y con una capacidad de lucha inagotable... Y en este grupo probablemente nadie haya brillado tanto a lo largo de la historia del baloncesto como Karl Malone, Kevin Garnett, Dave Cowens y los dos nombres que finalmente nos ocupan... William Felton Russell y Westley Sissel Unseld.
Bill Russell y Wes Unseld, dos pívots no muy altos (Unseld mucho menos que Russell, con apenas dos metros justitos... Si llegaba) , poseedores de una tenacidad tremenda y una capacidad de lucha sin igual, y jugadores de equipo por encima de cualquier otra cosa, pues en ambos casos llegaron a convertirse en leyendas vivas del baloncesto sin esa mentalidad típica y tópica que caracteriza a una inmensa mayoría de estrellas de nuestro deporte (véase individualismo, cierto interés por los logros y estadísticas personales, etc...). Tanto a Bill como a Wes les importaban muy poco sus estadísticas, si anotaban más o menos en ataque, si jugaban bonito o no... En su cabeza solo existían dos premisas: triunfo y sacrificio en pos del equipo. No en vano, aparte de ser excelsos reboteadores, probablemente sean los dos mejores jugadores que ha visto la historia del baloncesto sacando el primer pase de contraataque tras rebote defensivo. Cuando algunos entrenadores hacen hincapié a sus jugadores de la importancia de caer mirando ya al base o a cualquier hipotética vía de pase de contraataque tras capturar un rebote en su propia canasta, deberían ponerles siempre, repito, siempre, vídeos de estos dos fenómenos del rebote defensivo.
Entre tantas similitudes entre Russell y Unseld, probablemente solo podamos encontrar una cualidad que los diferencie claramente: el físico, mucho más atlético y ágil en el caso de Russell. Bill medía 2,08 m., una altura nada espectacular si se compara a los otros grandes centers de la historia del baloncesto, pero que en su época, la década de los 60, sí que lo situaba entre los pívots altos de la competición. Además contaba con unas cualidades atléticas privilegiadas (en la foto queda bien patente) que combinadas con todo lo anteriormente mencionado, lo convirtieron en uno de los jugadores más importantes e influyentes de todos los tiempos y en el jugador que ha ganado más anillos de la historia de la NBA. Unseld, por su parte, con dos metros justitos, unas cualidades mucho menos atléticas y un corpachón casi más ancho que alto, era como una especie de muro inamovible donde se estrellaban una y otra vez los pívots rivales cada vez que trataban de ir a por un rebote en ataque.
Bill Russell y Wes Unseld, dos físicos muy distintos, pero una misma mentalidad de equipo... Una mentalidad difícil de encontrar hoy en día, al menos a estos niveles, y que es uno de los ingredientes fundamentales para lograr el éxito para tu equipo, es decir, el triunfo.
13 comentarios:
Unseld tenía el mejor primer pase para lanzar el contraataque ... Russell era mejor defensor ... Unseld tenía más coraje e impetud en rebotear ... Russell un físico e inteligencia mucho mejor ...
Me quedo con Russell, solo porque a Wes, le cojí manía haciendo el post de Hayes y ver como se trató a uno y al otro.
Hablando de videos .... los tengo a los dos ¡¡¡
Lo de la mentalidad ... hoy en dia es un tabu ... yo, despues yo y "aluego" yo.... casi en el 80 % de los tios que se calzan una camiseta NBA.
Exagero ???
Maverik says,
Cotalgaraldals = mega-crack
Saludos
Saludos, Costas.
Sin duda has definido a la perfección las cualidades de ambos.
Recuerdo perfectamente esos debates sobre Hayes y Unseld. La verdad es que con el tiempo he aprendido a apreciar mucho más a Wes, pero yo siempre seré un poquito más de Big E.
Sobre lo que comentas del 80 % de los jugadores NBA y el "Me, myself & I", solo añadir que a algunos ilustres del 20 % restante, encima se les acostumbra a tildar de blandos y otras memeces por el estilo... :¬)
Saludos, Mav.
Lo corroboro. ;¬)
Russell/Unseld o cómo ser campeones desde la defensa, desde la humildad y sin empezar la casa por el tejado. Me perdí la polémica Hayes-Unseld que comentáis, pero imagino por dónde van los tiros: clase y talento ( y a veces egoísmo) versus determinación y físico.
Un saludo.
Saludos, Fat.
Aquí te brindo la polémica para que no te la pierdas (ya ha llovido un poco...). No fue aquí, sino en el imprescindible blog de Costas y Drazgon, Baloncestistas:
http://baloncestistas.blogspot.com.es/2010/05/hayes-elvin.html
http://baloncestistas.blogspot.com.es/2010/09/unseld-wes.html
Ahora, con la perspectiva del tiempo y con mi cada vez mayor admiración por Unseld, pienso que tal vez fui un poco duro con él, pero lo cierto es que mantengo que la historia de la NBA ha sido mucho más justa con Wes que con Elvin. Wes siempre ha estado muy bien considerado, incluso al mismo nivel que otros jugadores en mi humilde opinión mejores que él, mientras que Elvin ha sido más bien todo lo contrario... Un ejemplo, ¿por que casi nunca se le cita cuando se debate sobre quién ha sido el mejor cuatro de todos los tiempos? Se habla de Duncan, de Malone, de Barkley... Pero la realidad es que Hayes no estaba a un nivel menor que todos estos grandísimos jugadores.
Gracias ¡¡ por recordar esas tardes ...
Tienes mucha razón el lo de Hayes, no se le menciona nunca en estos debates. Creo que se ganó el derecho a estar en ellos.
Gracias Mo, ya me he leído los dos enlaces, le disteis duro al bueno de Wes, jeje... Practicando cualquier deporte yo he sido del tipo tarugo, por eso siempre me pongo del lado de los currantes, que sin tener el talento de otros consiguen llegar a lo más alto a base de sacrificio y mentalidad. Que Wes Unseld fuera tan reconocido me parece estupendo, igual que Russell, Rodman, Cowens o a otro nivel Bobby Jones, Issel y gente así. En el baloncesto hay cabida para todos.
Ahora bien, Elvin Hayes es uno de los más grandes, talento puro y números de escándalo, y no hay comparación posible; es como querer comparar a Rodman con Duncan o con Barkley, no hay color por mucho que adoremos al gusano.
Un saludo.
Saludos, Costas. De nada.
Totalmente, Hayes siempre debe estar en un debate sobre los mejores cuatros de la historia del baloncesto, junto a Garnett, Pettit o los antes mencionados.
Saludos, Fat.
Tienes toda la razón... Y creo que esa es precisamente una de las principales razones por las que el baloncesto es tan grande. En otro tipo de deportes si no tienes la capacidad física de otros ya no tienes nada que hacer... Tipos como Larry Bird, por ejemplo, no hubieran pintado nada; en cambio en el baloncesto Larry ha sido uno de los más grandes de todos los tiempos. Sin duda este tipo de cosas corroboran aquella mítica frase que dice que el fútbol se juega con los pies, el balonmano con las manos y el baloncesto con la cabeza.
Muy de acuerdo Mo en lo que comentas del primer pase en la salida del contraataque tras rebote defensivo.
Todo el mundo se fija en la conducción y sobre todo en la finalización de los contraataques, pero más importante que eso es el primer pase de salida, que de hacer rápido y bien supone la ventaja que permitirá los dos puntos.
Poco puedo decir de Russell o Unseld porque apenas les he visto jugar, pero me quedo con esa foto que has puesto de Bill. Que manera de proteger el rebote, y esa pierna arriba, tremendo.
Saludos.
Saludos, Jorge.
Son ese tipo de detalles del juego que no brillan de cara a la galería y que no acostumbran a salir en las mejores jugadas de la semana, pero que son indispensables para hacer de tu equipo un conjunto ganador...
Sin duda la foto de Russell es tremenda y definitoria.
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