martes, 14 de noviembre de 2023

NBA, CURSO BALONCESTÍSTICO 2023-24: DE BIG THREES, BIG FOURS, LOS CAMPEONES Y UN VERSO LIBRE

Recientemente comenzada la nueva temporada NBA, nos encontramos con un panorama que sigue marcado por el empoderamiento de los jugadores y el intento, tanto de ellos mismos como de las propias franquicias, de juntar a varias estrellas en un mismo equipo con la intención de repetir el éxito de los Miami Heat de hace una década, cuando juntaron a LeBron, Wade y Bosh, o de los Golden State Warriors, cuando al trío formado por Curry, Thompson y Green le añadieron la determinante figura de Kevin Durant.

El único problema es que a lo largo de estas últimas temporadas hemos visto muchos intentos de formar Big Threes o Big Fours de estas características -algunos de ellos forzados por los mismos jugadores-, pero con resultados bastante cuestionables. El caso más extremo lo ha protagonizado James Harden, tanto por lo que respecta al empoderamiento de los jugadores como a la intención de juntarse con otras superestrellas para formar un equipo aspirante al anillo.

Harden se fue de los Houston Rockets -donde había pasado sus mejores temporadas como profesional- por la puerta de atrás, después de forzar un traspaso de mala manera, ausentándose de entrenamientos y presentándose a la temporada con muchos quilos de más y una forma física realmente lamentable. Todo ello fue para poderse unir a Kevin Durant y Kyrie Irving en los Brooklyn Nets, con la intención de formar un equipo campeón... Pero que, a la hora de la verdad, terminó siendo un fracaso absoluto, entre lesiones, decisiones controvertidas del siempre peculiar Irving y un empoderamiento de las estrellas que allí alcanzó niveles históricos, llegando a pedir a la dirección de la franquicia cambios de entrenador e incluso la sustitución del general manager, Sean Marks.

Finalmente, las tres estrellas terminaron saliendo de Brooklyn de la misma forma, solicitando (o exigiendo) ellos mismos el traspaso a otro equipo. James Harden terminó en Philadelphia, donde formó una pareja temible con Joel Embiid (el camerunés fue el máximo anotador de la temporada y Harden el líder en asistencias de la competición), pero que a la hora de la verdad, en los playoffs, no terminó de dar los frutos esperados. Una vez más, por tercera consecutiva, Harden solicitó el traspaso a la franquicia; esta vez otorgándole la culpa de todo a su viejo amigo Daryl Morey, presidente de operaciones de los Sixers, acusándolo de mentiroso. Ahora ha llegado a su destino deseado, un destino deseado más, que en esta ocasión son los Clippers, para rizar el rizo y formar, no un Big Three, sino un Big Four, junto a Kawhi Leonard, Paul George y Russell Westbrook... Desde que Harden llegó a los Clippers, hace poco más de una semana, el balance del flamante nuevo Big Four es de 0 victorias y 4 derrotas.


La temporada pasada, Kyrie Irving acabó juntándose con Luka Doncic en Dallas, para cuajar un muy mal final de temporada, aunque parece que esta nueva, habiéndola podido comenzar desde el principio, la han empezado muy fuertes. Kevin Durant, por su lado, logró acabar en su propio destino soñado, los Phoenix Suns, donde se juntó con Devin Booker, Chris Paul y Deandre Ayton. Eran muchos los periodistas y analistas que ya los colocaban como el nuevo campeón de la NBA, pero los Denver Nuggets les pasaron por encima en playoffs. Poco tardaron en Arizona en despedir al entrenador y cambiar el equipo alrededor de Durant y Booker, echando a Chris Paul, traspasando a Deandre Ayton y fichando a Bradley Beal para formar un nuevo Big Three.

Los Lakers, equipo del Rey LeBron James, pionero absoluto en cuanto a empoderamiento de las estrellas (consigo que cambien al entrenador cuando quiero, ficho por el equipo que me da la gana...), no tienen un auténtico Big Three, tras los fracasos en las últimas temporadas de los fichajes de ilustres como Carmelo Anthony o Russell Westbrook, pero como no han empezado muy boyantes la nueva temporada, ya suenan campanas de futuros intentos de Big Threes, de nuevo. One more time.

Sí, señores, estamos en la era de los Big Threes y los Big Fours, algunos de ellos propiciados por las decisiones de las propias estrellas de la liga, como los Leonard, George, Harden y Westbrook en Clippers o Durant, Booker y Beal en Suns, pero también otros que han sido fraguados por las direcciones de las franquicias, probablemente sin tanto peso de las decisiones de los jugadores, como el formado por Antetokounmpo, Lillard y Middleton en Bucks (bueno, Lillard sí que solicitó el traspaso a su equipo de toda la vida, los Blazers) o el nuevo tridente de los Celtics, formado por los habituales Jayson Tatum y Jaylen Brown, más Kristaps Porzingis, que bien podría calificarse de Big Four, si añadimos a la ecuación su última incorporación, Jrue Holiday.

Pero en medio de esta fiebre... ¿Quién está dominando la NBA a día de hoy? La Conferencia Oeste la lideran los Denver Nuggets y la Este los Philadelphia 76ers, es decir, los vigentes campeones y el verso libre que se menciona en el título del post.


Los Nuggets son el baloncesto. La esencia. Un equipo campeón que ya nada tiene que demostrarle a nadie, liderado por uno de los jugadores más sublimes, a la par que atípicos, de toda la historia de la NBA, Nikola Jokic. Un equipo en todos los sentidos, cuyos principales jugadores (con la excepción de Aaron Gordon) fueron drafteados por los propios Nuggets. Un equipo de baloncesto bien entrenado, que juega de maravilla y que, a día de hoy, debería ser tratado con respeto y ser considerado favorito al anillo, por encima de todos estos Big Threes y Big Fours que todavía no han demostrado gran cosa, con la excepción del de los Celtics.

Y por último el verso libre, la víctima del último delirio de empoderamiento de James Harden, los Philadelphia 76ers. Un equipo que ha creado muchas dudas en las últimas temporadas, liderado por uno de los jugadores más imparables de los últimos tiempos, Joel Embiid, máximo anotador de las dos últimas temporadas en la NBA, a quién, en mi humilde opinión, los Sixers nunca habían sabido rodear correctamente... hasta ahora. Justo cuando todo el mundo se preguntaba qué harían los Sixers ahora, tras perder a Harden, y nadie daba un duro por ellos, están mostrando el mejor juego que se les ha visto, me atrevería a decir, desde los inicios de la era Embiid.


Buena culpa de ello la tiene el nivelazo que está mostrando en este inicio de temporada el joven Tyrese Maxey, un jugador drafteado por los Sixers, como su máxima estrella, Embiid, que no ha parado de crecer y crecer en cada una de sus primeras temporadas en la liga. Ahora, los Sixers, sin Big Threes, sin James Harden y con un equipo coral, donde, a pesar del claro estrellato de Embiid y Maxey, hay muchos jugadores que aportan, están dando una imagen de convicción y de solidez que me hace pensar: ¡Por fin han conseguido construir un equipo lógico y equilibrado alrededor de Joel Embiid! Probablemente Nick Nurse, el nuevo entrenador, también tenga mucho que ver en ello.

Personalmente me alegro de que la NBA la dominen Nuggets y Sixers, un campeón que juega baloncesto de verdad y un verso libre que parece que por fin ha dado con la tecla y podrá llevar a Joel Embiid hasta la tierra prometida... Joel will take us to the promised land? Lo veremos a final de temporada, pero yo ya me estoy frotando las manos, soñando con una final entre Jokic y Embiid, con todos los componentes de los flamantes Big Threes y Big Fours viéndolos por televisión.